Al leer el apellido Maldini y enseguida piensa en franjas verticales rojinegras. Imposible no evocar esa imagen, el escudo del Milán y esos colores, pero el rostro del jugador que imaginamos sí puede variar según nuestra edad, y es que ya son tres las generaciones que este apellido suma en el historial del equipo.
Dinastías en el futbol: apellidos que marcan aficiones y clubes
En la semana seis del campeonato 2021-2022 de Italia, Daniel Maldini, delantero de 19 años del AC Milán, inició el encuentro. Este era el décimo partido de Maldini con el club, pero todavía no había logrado anotar, hasta que con un cabezazo certero en el primer tiempo, dentro del área del Spezia, conquistó la red. Ese gol significa que el legado de su apellido sigue vigente en la historia del club, una historia que crearon su abuelo y su padre, pero que ahora continuará sobre sus hombros, o sus pies.
Más allá de convertirse en una familia con tres generaciones que juegan y anotan para el mismo club, podrían convertirse en esa dinastía que represente a la perfección la lealtad, el verdadero sentimiento por un escudo, situación que dejó de existir hace muchos años en el futbol profesional. Cesare Maldini, quien inició el legado de su apellido en este club, debutó en el Triestina y se retiró en Torino, pero en estos dos cuadros apenas disputó un año completo, mientras que con el Milán desarrolló la mayor parte de su carrera, cerca de 12 años. Por su parte, Paolo Maldini, el defensa central histórico de los milanos, nunca jugó en otro equipo durante las 25 temporadas que disputó. Y, pensando en la actualidad que vive la ofensiva del Milán, sin un referente ofensivo salido de casa en años, no es descabellado pensar en que Daniel Maldini podría personificar ese ídolo al ataque que por años se ha anhelado en San Siro. Claro, todo a su tiempo.
4/1/87 - 25/9/21 🗓️
— AC Milan (@acmilan) September 26, 2021
Paolo - Daniel ⚽
Different Maldini, same colours 🔴 ⚫#SempreMilan pic.twitter.com/Ln92jHOMg3
Tanto el abuelo Cesare, como Paolo, anotaron varios goles en sus pasos por el Milán, así que se convierten en la primera dinastía de tres generaciones en anotar vistiendo los colores de este club.
De tres en tres
Hay varios casos en el futbol varonil profesional con tres generaciones de jugadores disputando el mismo torneo, con la misma casaca. En Argentina, por ejemplo, el hijo de la Juan Sebastián La Brujita Verón, Deian, actualmente forma parte de Estudiantes de La Plata, club en el que también militó su abuelo, La Bruja Verón, debutado en 1962.
Uno de los casos que más recuerda la afición mexicana es el de Javier Hernández, ese delantero que surgió de Chivas para emigrar rápidamente al Manchester United de Sir Alex Ferguson. Él pertenece a un clan de este estilo. Chicharito es nieto de Tomás Balcázar, delantero de Chivas que comenzó su carrera en los años 50. Y es hijo del Chícharo Hernández, mundialista con México en 1986, también jugador de El Rebaño Sagrado. Este caso es aún más especial, ya que los tres cumplieron el máximo sueño de un jugador, participar en la Copa del Mundo.
En Europa abundan casos como este, e incluso de jugadores que compartieron cancha con su hijo. La familia Gudjohnsen, por ejemplo, puso su nombre en la historia del futbol en 1996, cuando Eidur entró de cambio por su padre Arnor, en un partido de su selección (Islandia) contra Estonia. Y ahora también hay un tercer Gudjohnsen en el futbol profesional, y es que el hijo de Eidur, Sveinn Aron, milita en el Elflsborg de Suecia.
En 2017, Christian Chaco Giménez estaba en el campo cuando su hijo, Santiago, debutó en Primera División con La Máquina: “Muy emotivo. Fue algo que desde el primer día que supe que iba a ser papá y que sería varón, se te viene a la cabeza; tenerlo y lo que más quiere uno, que es jugar al futbol. Tengo la suerte y soy un privilegiado de poder compartir con él este momento. Fue hermoso”, contó el entonces 10 del Azul para una televisora.
Koeman, Kluivert, Weiss y Forlán, entre muchos otros más, son apellidos que también suman tres generaciones de futbolistas profesionales. Seguramente no tardaremos en leer algún titular con este apellido sorprendidos, debido a los recuerdos que nos evoquen sus nombres, las grandes hazañas que por default nos hacen pensar en sus padres, en sus abuelos, pero que ahora los llenarán de gloria a ellos, en su propio camino por el deporte más bonito del mundo.