La fotógrafa y arquitecta mexicana Paola Bárcena presenta Perceptio, una muestra con la que marca la culminación de su primera etapa como fotógrafa. La exposición cuestiona la capacidad de percepción en el espectador, recontextualizando imágenes y poniendo en duda la existencia del motivo que las detonó, para así generar nuevos significados.
Platicamos con Paola Bárcena sobre esta exposición y su carrera.
Paola Bárcena presenta su exposición 'Perceptio'
¿Cómo llegó a tu vida la fotografía?
Yo soy arquitecta y trabajé en eso durante doce años. Tenía mi propio despacho y una sociedad en la que fabricábamos muebles; yo era la encargada de diseño y de ventas y mi socio me ayudaba a llevar el taller. Por cambios de estilo de vida relacionados con el trabajo de mi esposo,nos hemos mudado muchas veces. En un principio logré mantener mi despacho abierto, pero en algún momento decidí tomar un año sabático en lo que veía cómo resolver mi trabajo como arquitecta. Quería mantener mi despacho en Puebla a larga distancia, pero los cambios me llevaron a poner mi carrera de arquitecta en pausa y buscar algo más portátil, algo que pudiera llevar a cualquier lugar, porque el despacho era muy complejo. La arquitectura es muy demandante. Yo también construía mis proyectos, y el proceso de obra a distancia es muy complicado. Entonces retomé la fotografía como una necesidad para seguir conectando con el espacio y tener la flexibilidad de llevar mi trabajo a donde fuera. En la universidad tomé dos materias optativas de fotografía, cuando las cámaras aún no eran digitales, y siempre me había gustado mucho, pero nunca había encontrado el momento para dedicarme a eso. Cuando llegué a la CDMX tomé un taller para reconectar, y así empecé a hacer una búsqueda mucho más personal y profesional. También descubrí que mi preparación en arquitectura me daba los medios para perfeccionar mi visión y mi ojo fotográfico. Así, desde el 2012 hasta ahorita la toma de imágenes en todo tipo de ambientes y escenarios ha sido una constante en mi vida.
¿Qué es para ti la fotografía?
Para mí la fotografía no es un hobby. Para mí fue muy duro tomar la decisión de quitar mi despacho de arquitectura y no saber bien qué hacer. Salí de Puebla en una época que había sido mi mejor momento como arquitecta. Para mí fue un proceso muy duro, que me dejó un vacío importante en cuanto a un proyecto profesional y algo que fuera sumamente personal. Acá, sin darme cuenta, de manera inconsciente busqué la fotografía como un recurso para seguir conectando con el espacio. Empecé a obtener de la fotografía un medio para conectarme con todo mi entorno.
En la universidad aprendiste fotografía análoga, y cuando retomaste ese pasatiempo el mundo ya era completamente distinto en cuanto a tecnología. ¿Cómo fue regresar, en ese sentido?
Fue un poco desconcertante porque las cámaras modernas traen un millón de funciones. Pero por otro lado fue muy fácil porque creo que si aprendes en cámara análoga, aprendes la manera en que la cámara ver, y en el momento en que tienes en tus manos una cámara digital, tienes más herramientas y recursos para lograr lo que tú quieres, con la grandísima ventaja de que estás viendo los resultados. La fotografía siempre ha tenido el problema de que es muy cara –desde los equipos hasta las impresiones–, y la cámara digital te da de alguna manera la facilidad de empezar a ver resultados sin tener que invertir en toda una serie de impresiones. El hecho de que hoy por hoy haya toda variedad de cámaras y teléfonos con excelentes cámaras, hace que la fotografía esté a la mano de todos, pero eleva los estándares de calidad de una manera impresionante. Hoy por hoy podemos tener resultados que antes eran inimaginables. El desafío de hoy es, dentro de un mundo tan saturado visualmente, tener la capacidad de producir imágenes que le propongan algo al observador.
¿Qué es lo que quieres mostrar en Perceptio?
Veo esta exposición como la culminación de la primera etapa de trabajo fotográfico. La primera etapa siempre lleva un componente del dominio de la técnica muy importante y estresante porque mientras no domines esa parte técnica no tienes la capacidad de desarrollar tu capacidad al límite. Esta primera parte es una búsqueda que duró años, y hasta ahorita sentí que era el momento de proponer una visión mucho más personal en cuanto a mi trabajo, y por otro lado de relacionar mi trabajo de fotografía con mi formación académica de arquitectura.
Leí que habías pasado por una etapa de vacío en cuanto a tu relación con la fotografía…
La fotografía llegó a mí como un medio para seguir conectando con el espacio. Pero mientras pasaba el tiempo sentí que la fotografía no me daba el alcance que yo quería. La fotografía, a diferencia de la arquitectura, trabaja en dos dimensiones, es plana. Conforme me iba desarrollando en la fotografía, más me hacía consciente de que me faltaba el tercer componente, que es la profundidad, dimensión con la que trabajan los arquitectos. Cada vez más me empezaba a dar una sensación de que no estaba logrando nada en cuanto a una propuesta espacial. En el proceso de desarrollar la exposición y la curaduría de Perceptio, nos surge la necesidad de descolgar la fotografía de las paredes y ponerla más en contacto con el observador. En el momento en que desarrollamos este concepto surgió una pieza que está presentada en la exposición de manera completamente distinta, al centro de la sala, y automáticamente adquiere una tercera dimensión porque ya tiene profundidad. Eso permite que tenga mayor relación con el observador y un valor conceptual importantísimo para la lectura de la sala porque la medida en la que la gente tiene contacto con ella es la medida en la que cada quién va a interpretar las imágenes expuestas en las paredes. Después me di cuenta de que no sólo estaba relacionando y poniendo a mi trabajo características de la tercera dimensión, sino que también surge la cuarta dimensión, que en arquitectura es el factor que está relacionado con el tiempo. Por ejemplo, en un andador es el tiempo que el usuario tarda en recorrer el espacio y la serie de sensaciones y sentimientos que el espacio le produce. La exposición pretende lograr una conexión más personal y tangible con el espectador. Cada quién le da su propio significado.
Tu exposición es de fotografía abstracta, y la fotografía, a diferencia de otras expresiones, trabaja desde una realidad que ya existe. ¿Cómo trabajas con eso?
Como fotógrafo, una de las máximas funciones que tienes que aprender a desarrollar tu visión fotográfica. Cuando empiezas con la fotografía tomas imágenes de todo lo que ves, pero ya que estás en el proceso de revisión, difícilmente logran transmitirte algo. Esa práctica te permite desarrollar el ojo fotográfico, y eso a a su vez te permite detectar la posibilidad de desarrollar imágenes extraordinarias en los lugares más ordinarias. Cuando tomas una foto, muchas veces lo haces sin pensar porque la fotografía es inmediata y no todas valen la pena. Pero cuando ya lo haces profesional, necesitas aprender a no tomar una foto, sino a crearla, y ese proceso empieza antes de tocar el botón de tu cámara. Interviene el ojo fotográfico y tu capacidad de ver posibilidades, y una vez que tienes eso, necesitas imaginar cómo quieres que sea tu fotografía. Hay un proceso completamente mental de creación. Ya con una imagen concreta necesitas ver qué valores le vas a poner a tu cámara para lograr el resultado que quieres. Aquí es donde está la diferencia de usar una cámara de celular y una profesional.
'Perceptio' de Paola Bárcena se presenta en la Galería Juan Cordero, en la Casa del a Cultura de Puebla, de lunes a jueves de 10 a 17 hrs y viernes a domingo de 10 a 18 hrs.