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Paulina Gaitán y Damián Alcázar hablan de 'No fue mi culpa'

El día de hoy Star+ estrena 'No fue mi culpa', una serie que explora los feminicidios en México, Colombia y Brasil
vie 17 septiembre 2021 04:15 PM

Hay proyectos fílmicos de los que nos gustaría no tener que hablar; no por la historia como tal, sino por la cruda realidad que reflejan. Tal es el caso de No fue mi culpa, una producción triple de México, Colombia y Brasil que explora de manera ficcionalizada las desapariciones forzadas de mujeres, inspirándose en casos reales de mujeres de los respectivos países. Hoy se estrena en Star+ la primera edición de la serie, que corresponde a México.

Protagonizada por Damián Alcásar y Paulina Gaitán, la serie nos lleva por la historia de Mariana (Gaitán), cuya hermana, Lili (Giovana Utrilla) desaparece sin dejar rastro tras una pelea con su novio. Tras encontrar su cuerpo, Mariana decide buscar respuestas y no descansará hasta obtenerlas. En el camino se encontrará con personas que se encuentran en casos similares, con lo que se formará un collage de historias que nos hacen ver que el feminicidio afecta a todas las mujeres, sin importar su edad, clase social y origen.

Platicamos con Paulina Gaitán y Damián Alcázar sobre esta producción.

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Paulina, tienes un papel muy fuerte en esta serie. ¿Qué fue lo que te atrapó de ella?

Paulina Gaitán: Me llegó el casting y sólo era una escena y no sabía de qué iba, pero me parecía súper poderosa. Tenía algo que me llamaba mucho la atención. La escena era una plática de Mariana con un policía, y sin saber para dónde iba la historia, me movió muchas cosas. Además la productora es Gabriela Valentán, una mujer a la que amo y admiro muchísimo. Logré entrar al proyecto, y cuando empecé a leer los guiones me pareció que las historias eran bastante fuerte pero hilaban bastante bien. Como mujer y como ciudadana sentía que tenía la responsabilidad de hablar de este tema, de llevarlo por medio de una ficción a las casas de todos ustedes y que puedan caminar con las emociones de los personajes y entender la situación.

Damián, esta vez te tocó entrar en una producción de puras mujeres.

Damián Alcázar: Justo ese fue el atractivo. Es un tema maravilloso y un proyecto formidable, además de que el tema es algo necesario y urgente.

En el cine siempre vemos los feminicidios desde una relación de madre-hija pero casi nunca de hermanas. ¿Qué aporta esta diferencia?

PG: En la producción nos ofrecieron poder hablar con un grupo de buscadoras. Había una señora en especial a la que le desaparecieron a su hermano. Como tenía muchas similitudes con mi personaje, pedí una cita con ella a parte para poder entablar una conversación más cercana. En el chat éramos muchos. A veces yo quería preguntar algo pero me daba miedo lastimarla o tocar temas que fueran muy sensibles para ella. De hecho, la primera vez que platiqué con ella arrancamos con eso. Le dije: “Perdón de antemano. Esto lo hago por todas nosotras”. Ella me ayudó muchísimo porque siempre estuvo muy abierta. Me contaba cosas que a veces yo no le preguntaba y yo sólo anotaba la mayor cantidad de información que pudiera tener, para hacerlo honesto, con amor. Cuando uno trabaja desde ese lado, las cosas son reales y las emociones fluyen. No hay manera de que la gente diga “ay, está actuando” si viene desde adentro. El público de No fue mi culpa se merecía ese trabajo previo para poder llegar y mostrar lo que realmente sucede.

Damián, en este tipo de historia también es poco común la visión masculina. ¿Cómo preparaste tu personaje?

DA: La manera en que la historia está escrita es formidable. Se aleja completamente del melodrama para plantearte una cosa muy compleja, con interrelaciones diferentes y personajes diferentes que se van conectando unos a otros en un tema fortístimo, tremendo. Es un trabajo de análisis, de entendimiento, de la voluntad y la necesidad de tomar temas como estos y llevarlos a la gente. Como hombre, te metes en las circunstancias de un hombre así. Claro, haces todo lo posible pero estás totalmente lejos de lo que una persona en esas circunstancias puede sentir. Uno piensa que “ay, el hambre”, pero uno no sabe lo que es tener hambre. Por más que seas un intelectual y analices el hambre, nunca la has sentido. No tienes la menor idea. Tener hambre un día no es tener hambre. Hay gente que vive con hambre toda la vida. Es terrible. Imagínate, entonces una situación como esta: es brutal. Es algo que no debería de ocurrir en ninguna parte del mundo, y queremos abonar a que se detenga esta barbarie y que seamos mucho más sensibles, que adquiramos conciencia y que el patriarcado no nos ha dejado nada más que este deterioro. Tenemos que modificar las reglas de convivencia en todo el mundo, empezando en casa.

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