5. Debut en Heildelberg 1972
Fueron solo siete atletas los que conformaron aquella delegación mexicana, la primera que viajó a unos Juegos Paralímpicos hace 49 años. Los Juegos de Heildelberg, una ciudad ubicada al suroeste de Alemania, no representaron ninguna medalla paralímpica en los registros tricolores, pero a partir de ese año, 1972, nuestro país ha participado en todas las ediciones veraniegas de esta competencia. Ahí se forjaron las raíces de lo que sería, años después, una de las esferas deportivas que más éxitos ha cosechado para México.
4. Arnhem 1980, la mejor participación
En esta ciudad de Países Bajos, México tuvo su mejor participación en los Juegos Paralímpicos. Fueron 20 medallas de oro, 16 de plata y seis bronces, que sumaron el número a superarse hasta la fecha, 42 medallas paralímpicas en una sola edición.
En esta parada paralímpica destacaron la atleta Josefina Cornejo, con cuatro oros en atletismo, Juana Soto con las mismas preseas y Eusebio Valdez, con tres preseas doradas también en pruebas de atletismo.
3. Josefina y Juana, las reinas del juego
En 12 años, de la edición de 1980 a 1992 de los Juegos Paralímpicos, la delegación mexicana se sintió orgullosa de contar entre sus filas con María Juana Soto Santana, atleta paralímpica nacida en 1959 y que, en cuatro ediciones paralímpicas, consiguió 14 medallas (ocho oros, tres platas y tres bronces).
Del mismo modo, la atleta mexicana Josefina Cornejo se consagró en la historia paralímpica con 14 medallas (ocho oros, cinco platas y un bronce) estas solo en dos ediciones de los Juegos adaptados. El mérito de las medallas de Cornejo es quizá un poco mayor, debido a que se subió al podio en tres disciplinas distintas: natación, atletismo y tenis de mesa.
Ellas dos son las atletas más ganadoras en la historia paralímpica mexicana, llena de hitos e historias extraordinarias.
2. Medalla 300
Cuando los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 iniciaron, México sumaba 289 medallas en las 12 ediciones disputadas hasta entonces. La medalla número 300 para el paralimpismo mexicano se consiguió en el séptimo día de actividad, gracias a los nadadores Arnulfo Castorena y Jesús Hernández.
Con las 22 preseas conseguidas en la capital nipona, México cerró la vitrina en espera de París 2024 con 311 distintivos paralímpicos. 104 de oro, 92 plateadas y 115 de bronce.
1. Amalia y su colección
El caso de Amalia López es punto y aparte. Hablar de esta paratleta es hablar de la máxima ganadora de medallas para México en parapowerlifting. El levantamiento de pesas es su especialidad, pero parece solo un pretexto para coleccionar medallas, y es que suma seis preseas de Juegos Paralímpicos.
En Tokio, Pérez conquistó la categoría de los 61 kg, para así continuar con el legado ganador que inició en Sídney 2000. En la capital australiana, Pérez se adjudicó la plata en los 52 kg, en Atenas 2004 ganó plata en 48 kg, en Beijing 2008 logró su primer oro paralímpico, dentro de los 52 kg, en Londres 2012 consiguió la presea dorada en 60 kg y en Río 2016 repitió con oro, pero en 55 kg.
Como lo dijo Jesús Hernández, nadador triple medallista mexicano en Tokio 2020, en entrevista para una televisora mexicana: estos atletas son “como ave fénix”, que renacen de sus propias cenizas, de sus limitantes y dificultades, para demostrar sus capacidades y subir al olimpo deportivo. La prueba fehaciente de que, sin importar lo que sea que imagines o te propongas, si enfocas la energía y trabajas para lograrlo, en algún momento la meta estará a la vista.