"Britney Spears no será extorsionada", declaró Rosengart en los documentos presentados ante el Tribunal Superior de Los Ángeles el lunes.
"El intento descarado del señor Spears de negociar (su) suspensión y destitución a cambio de aproximadamente 2 millones de dólares en pagos, además de los millones ya cosechados del patrimonio de la señora Spears por el señor Spears y sus asociados, es una idea imposible", dijo Rosengart.
Jamie Spears indicó por primera vez a principios de este mes que renunciaría al control del patrimonio de su hija, de 60 millones de dólares, porque no creía que una batalla pública fuera lo mejor para ella.
Pero no dio ninguna fecha para su salida y dijo que primero quería que el tribunal aprobara las últimas facturas por el trabajo de sus abogados. Según las normas de la tutela, Britney Spears paga todos los gastos en los que incurre ella y otros.
"Habiendo reconocido finalmente que su período como curador debe terminar, el señor Spears está obligado a dimitir sin condiciones y sin tratar de obtener nada más de su hija. De hecho, el señor Spears debe dimitir ahora y, si no lo hace, este Tribunal debe suspenderlo el 29 de septiembre", sostuvo Rosengart en la presentación.
El señor Spears está obligado a dimitir sin condiciones y sin tratar de obtener nada más de su hija
La próxima vista judicial de este caso cada vez más polémico está fijada para el 29 de septiembre.
Jamie Spears ha controlado gran parte de la vida de su hija desde 2008, cuando Britney sufrió una crisis mental. La intérprete de "Toxic", que ahora tiene 39 años, lleva más de un año intentando sacar a su padre de la tutela y se ha negado a volver a actuar mientras él permanezca.
Los abogados de Jamie Spears no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre la última presentación. Jamie Spears ha dicho en repetidas ocasiones que sólo ha actuado en interés de su hija, para reconstruir sus finanzas y protegerla de las personas que intentan explotarla.