"Tengo un sentimiento agridulce. Tenía un resultado histórico y al final me quedé a un paso de las medallas. Pero estoy en mis primeros Juegos y no debo preocuparme. Tengo toda una carrera por delante", dijo el joven tirador mexicano.
"Es un resultado histórico para el tiro en México, y para México en general, por lo que me siento bien. He estado trabajando durante mucho tiempo. Es un resultado muy significativo para mí. Es un primer paso en una larga carrera", añadió.
"He luchado contra competidores que han ganado Mundiales. Sabía que me enfrentaba a rivales con mucha experiencia y que no iba a ser fácil", explicó.
Sin excusas
El mexicano no quiso escudarse en las condiciones de viento como excusa de sus fallos finales.
"En dos ocasiones definitivamente tuvo una pequeña influencia, y era difícil acertar el blanco, pero la mayoría de los fallos fueron responsabilidad mía, en cuanto al aspecto mental", dijo.
El mexicano falló tres tiros seguidos y cuatro de los seis últimos. "Perdí concentración, ritmo y fallé, Perdí el puesto en el podio", explicó.
"Tengo que seguir trabajando y no hacer que esto me derrote. Es sólo el comienzo", analizó.
"Esto es una muestra de lo que soy capaz. Es un empujón para el futuro y el ciclo olímpico hacia París-2024", concluyó.
Orozco volverá a competir el viernes en la fosa olímpica por equipos mixtos.
México tiene en Tokio-2020 dos medallas, ambas de bronce, ganadas por Alejandra Valencia y Luis Álvarez en la prueba de equipos mixtos del tiro con arco y Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez en la de saltos sincronizados desde la plataforma de 10 metros en los clavados.
La única medalla del país en el tiro en la historia de los Juegos Olímpicos se produjo hace nueve décadas, en 1932, cuando Gustavo Huet Bobadilla se colgó plata en la prueba de 50 metros del rifle.
Cuestión de ADN
Su padre, Martín de Jesús Orozco, representó a México en el tiro en competiciones internacionales y actualmente es su entrenador.
De él heredó su amor por un deporte en el que empezó cuando era un niño de tres años con un rifle de aire. Tomó la escopeta a los siete.
Aunque no todo son flores. "Es difícil que tu padre sea tu entrenador. En el caso de mi papá también lo es que su hijo sea su atleta porque puede haber muchos piques", reconoció en una ocasión Orozco en una entrevista con la prensa de México.
El ascenso en el tiro deportivo de este fanático de los videojuegos ha sido rápido.
Fue abanderado de México en los Juegos Panamericanos de Lima-2019 y en el camino hacia Tokio-2020 se convirtió en el primer mexicano que obtenía su plaza olímpica.
Aunque la medalla se le resistió, la actuación de Orozco en Japón marcó hito, pues se trata del primer mexicano que avanzó a una final de su especialidad en Juegos Olímpicos. Su padre, después de todo, no puede quejarse de que su hijo decidiera seguir sus pasos en el deporte.