¿Cómo fue el proceso de producción?
TH: Fue relativamente rápido porque nos aventamos, si mal no recuerdo, dos o tres semanas en hacerlo todo esto. Por cuestiones de pandemia no podíamos estar dos actores al mismo tiempo en la cabina, más que en escenas muy particulares, y ni siquiera completas. Obviamente, con un con un acrílico en medio, usando cubrebocas, medio aislados. Pero la mayor parte se hizo cada quien por su lado y resultó un ejercicio que disfruté muchísimo.
JA: El primer proceso fue el de guiones. Los escritores nunca habían escrito audiodrama, entonces los guiones estaban muy hechos como para ser vistos. Después fue hubo que pasarlos a la escucha. Una vez que todo el proceso de los guiones ya estaba hecho, grabamos. Casi todos los actores grabaron de manera individual, como se graba siempre en doblaje y en audio, y algunas escenas puntuales, sobre todo la del padre y la hija, las hicimos en conjunto, para lograr otro ritmo. Pero como bien dice Tenoch, casi todos los actores fueron grabados individualmente. Una vez que se grabó todo el proceso de voces, se hace un montaje. Sobre ese montaje de voz ya se empieza a hacer el diseño de audio. Son dos procesos diferentes. Primero es la dirección y la concepción de la actuación, hasta el diseño de audio, que es todo lo que oyes después, todo lo que viste en la historia: los pies cuando caminan, la alerta sísmica, el colapso, los coches. O sea, se van haciendo planos físicos para que el diseñador tenga claro cómo va a ser el desplazamiento de los actores en el lugar y el diseño se hace desde ahí.
¿Cómo es contar una historia que cae en extremos posibles pero que aún no suceden?
TH: Fíjate que ya suceden, si vas por Ecatepec o Iztapalapa… a las colonias de menor poder adquisitivo; a ellos ya los dejan sin agua. La onda es que como no le ha pegado a Polanco o la Condesa creemos que no pasa. Cuando a ellos les pegue, entonces vamos a hablar de un problema real de falta de agua, porque ellos son los dueños de los medios. Pero es un problema que ya existe. Aquí lo llevamos a la ficción y lo hicimos mucho más dramático, pero no creo que esté tan lejos. quizás no lleguemos a una cosa como de guerra contra otro país por los recursos hidráulicos, pero creo que vamos a llegar a guerras civiles y disturbio por esa cuestión, que, aunque la gente lo niegue, van a ser pleitos de clases sociales, y a quienes viven cerca de mantos acuíferos les serán arrebatados para cederse a las empresas y a las colonias de clase alta.
Un periodista me estaba platicando que en su colonia le quitaron el agua para dársela a una unidad habitacional en Polanco, de esas enormes, carísimas. Y me decía que eso ya no es nuevo para los inquilinos. Pero todos merecemos agua. ¿Para qué haces una unidad habitacional ahí? Les llaman complejos y departamentos, pero son unidades habitacionales con alberca en un lugar donde no hay agua. Y sí merecen agua, pero también la merecen los que ya estaban ahí. En fin, creo que creo que la serie plantea estos escenarios y los resuelve de una manera chingona, porque más allá de decirnos cuál es la respuesta y qué se puede hacer o que no se puede hacer, nos está diciendo es esto puede pasar, y a ver cómo lo resolvemos. La historia sucede por corrupción. Si no hubiera habido corrupción y entre las autoridades y los empresarios, la historia no sucede. Lla ciudad se seca porque los empresarios corrompen a los políticos y los políticos se alían con los empresarios en detrimento de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, porque el agua no se ha ido a ningún lugar, no está en el espacio exterior. El agua sigue en el planeta Tierra. El pedo es que los mantos acuíferos pertenecen a empresas privadas.
El arte cuestiona, no da respuestas, da preguntas. Y si no es esto, ¿qué vas a cuestionar?
Tenoch Huerta
JA: Ayer estuve en Valle de Bravo y la última vez que fui fue hace dos veces, y ya no hay Velo de novia, por ejemplo; ya se secó. El lago está cada vez más seco. A todos los muelles, en todas las casas y todos los atracaderos les han tenido que agregar escalones para que alcancen las lanchas. O sea, sí es problema real. Hay lugares como el Bajío, donde ya hay mucha sequía. Socavones alrededor del mundo, producto de lo mismo. O sea, creo que no estamos muy lejanos a esto. Creo que lo que había dicho Kamala Harris –casualmente lo dijo días antes de que saliera el podcast– era que las próximas guerras iban a ser por agua. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum aviso que para el 2022 se nos acabó el agua el Cutzamala. Entonces digamos que la historia es más real de lo que parece.
Tenoch, siempre procuras trabajos que te permitan hacer una crítica política o social...
Yo considero que un artista sin discurso y sin una posición no sirve para nada. O sea, el arte cuestiona, no da respuestas, da preguntas. Y si no es esto, ¿qué vas a cuestionar? ¿Por qué el papel es blanco y no amarillo? Por eso Zona Maco me parece absurdo, no están cuestionando nada. Hay que cuestionar lo político, lo social, lo económico, la naturaleza humana. Cuestiona por qué chingados el ser humano tiene que dormir la mitad de su vida. Lo que tú quieras, pero cuestiona y toma una posición en la vida, porque si no, no puedes articular un discurso. El arte que no cuestiona es solamente un adorno que cuelgas en la pared. Es como ser ecologista sin ser antirracista. Por tanto, estás haciendo jardinería. Por eso para mí es importante cuestionar cosas. Este proyecto del equipo de Sonoro es así.