El creativo respalda sus palabras al recibirnos –vía online, eso sí– para hablar de La purga por siempre (The Forever Purge), quinta entrega de su popular franquicia y cuyas bases han inspirado toda clase de debates sociológicos. Sin embargo, él está convencido que su notoriedad radica en que son historias “divertidas y entretenidas”, al tiempo que presume con orgullo un sombrero cowboy con estrellas blancas que porta para la entrevista y que describe como su “sombrero de purga”.
Ni siquiera esta mentalidad le impide estremecerse cuando le preguntamos qué es un patriota. Tras unos instantes de reflexión, responde que “para mí, un patriota es algo muy peligroso”, para luego guardar silencio y asegurar que “voy a meterme en problemas por hablar de política”.
Comprendemos su inquietud, pues todo amante del cine sabe que detrás de una buena película de terror siempre hay distintas amenazas ocultas heredadas de la realidad. La purga no es la excepción con un odio que se siente cada vez más latente.
Suenan las sirenas, inicia la masacre
Si la purga fuera real, ¿participarías en ella? La pregunta resuena continuamente en distintas redes sociales, casi siempre con respuestas desalentadoras. Las reglas, para aquellos que no las recuerdan, son sencillas: una alarma que abre paso a doce horas en el que todo el crimen, incluyendo el asesinato, es legal y en el que los servicios de emergencia son inoperantes. Una medida creada por un gobierno totalitario que busca disminuir las tasas de violencia y desempleo de los Estados Unidos. Aun así, Blum está convencido de que “la gente lo dice como un modo retorcido de llamar la atención. Es difícil creer que alguien realmente participaría en algo así”.
La película es como un mundo al revés
Ana de la Reguera
La premisa básica de la franquicia se torna aún más inquietante en La purga por siempre, quinta y presuntamente última entrega, en la que la ira acumulada resulta en una violación deliberada de las restricciones temporales de la matanza por parte de un grupo de personas que anhelan una purificación del territorio norteamericano. La cinta se centra en una familia estadounidense hacendada y una pareja migrante mexicana que deben unirse para garantizar la supervivencia y el escape a territorio seguro, lo que invariablemente conduce a una serie de reflexiones sobre el rechazo entre las distintas culturas.
“La película es como un mundo al revés”, asegura Ana de la Reguera, quien protagoniza su segunda película de terror del año tras El ejército de los muertos (2021). “Por lo general son los americanos los que salvan al mundo, los que tienen todas las soluciones y todas las respuestas y en este caso somos los mexicanos los que venimos a dar una lección de humanidad”. El mensaje se ve favorecido por el talento de la propia actriz, así como por la compañía de otros mexicanos experimentados como el director Everardo Gout y el actor Tenoch Huerta, quien próximamente debutará en el Marvel Cinematc Universe con Black Panther: Wakanda Forever.
El metarrealismo de la película alcanza niveles verdaderamente inquietantes en algunas secuencias que invariablemente generan comparaciones con el ataque al Capitolio ocurrido en enero de 2021, algo especialmente curioso si consideramos que la filmación culminó en 2019. Blum describe la coincidencia como algo que “me entristece, pero al mismo tiempo fue increíble. [El escritor] James DeMonaco tiene una habilidad para ver el futuro y el futuro se asemeja a cada una de estas películas de manera distinta”. La sorpresa no fue menor para de la Reguera, quien se mostró convencida que “si se hubiera escrito para la película, la gente diría que eso era imposible y no podía pasar algo así… era inaudito”.