La preparación que Briseida Acosta lleva desde hace un par de años por su cuenta, esa puede ser la clave que la destaca en su generación. Acosta llevó su desarrollo aparte de la selección mexicana y el resultado es sumamente favorable, situación que hace dudar del accionar de las autoridades correspondientes y traza, nuevamente, el camino para las generaciones venideras. Múltiples deportes amateurs en México tienen condiciones difíciles para el desarrollo del atleta, por lo que la opción de buscar oportunidades en las universidades o distintas instituciones de Estados Unidos se convierte en la alternativa ideal, claro, sujeta a múltiples requisitos.
Acosta suma casi dos años entrenando en la escuela Peak Performance, en Miami. Su entrenador es Juan Moreno, quien sí estará junto a ella en Tokio después de sortear la problemática de, originalmente, no estar contemplado para ser parte de la delegación mexicana. Esta diferencia la tiene aún más animada: “Muy contenta por contar con mi entrenador en Tokio, implica que estaremos en las mejores posibilidades de darle una alegría a México. Agradezco al Comité Olímpico Mexicano y al señor Carlos Padilla por el acercamiento que tuvieron conmigo y el seguimiento. Nos da un impulso. Tenemos un sueño y esto me da mucha más seguridad para cumplirlo, para representar a mi país de la mejor manera”, dijo Acosta con el ánimo más alto. Es cierto que desde que decidió alejarse de la selección los resultados mejoraron, la confianza se incrementó y las aspiraciones también se ampliaron.
Al hablar con Acosta, faltaban 53 días para la ceremonia de inauguración. En la sensación de los atletas, este tiempo es nada comparado con la larga espera que significó este ciclo olímpico alargado, pero a pesar de ello, la taekwondoín mexicana todavía no es consciente totalmente de lo que está por vivir.
“EL veinte del compromiso ya me cayó, del trabajo que tengo que hacer para representar de la mejor manera a México. Pero quizá no me va a caer el veinte al 100% hasta que viva esa experiencia de ser atleta olímpica. Me gusta saber que estoy viviendo mi sueño al máximo, disfrutar de la mejor manera, concentrada en cada entrenamiento y en cada acción con el fin de mejorar para los Juegos Olímpicos”, afirmó la nacida en Sinaloa, de 27 años de edad.