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Briseida sueña despierta

A días de vivir su primera experiencia olímpica, la taekwondoín mexicana Briseida Acosta platicó con Life&Style
lun 07 junio 2021 08:44 AM
Briseida Acosta
Briseida Acosta.

Briseida Acosta todavía no sabe qué día viajará a Tokio, pero el calendario olímpico de su disciplina, el taekwondo, comienza el 4 de agosto. La mexicana, quien logró su cupo al ponerle su nombre a la plaza olímpica que ella misma consiguió, contó desde una reunión virtual lo importante que es la preparación mental, explicó cómo ha sido vivir la narrativa mediática de vencer al gigante, María del Rosario Espinoza, triple medallista olímpica. Se sinceró al aceptar que todavía no procesa por completo que irá a sus primeros Juegos Olímpicos y no dudó en responder al ser cuestionada sobre una posible medalla, ese reto que se aseguró de dejar claro: no es una meta que tiene desde este ciclo olímpico, sino desde mucho antes.

“Ese siempre ha sido mi objetivo, no en este ciclo olímpico. Desde que comencé con el sueño de algún día llegar a esa competencia quiero traer una medalla para mi país, y ese sueño es una motivación que ayuda en el día a día, que me impulsa para enfrentar todos los desafíos que los atletas nos encontramos”. Se imagina con esa insignia en el cuello, con ver la bandera tricolor entre los tres mejores lugares de su categoría, una visión que persigue y por la que ha tomado decisiones drásticas, como la de realizar su preparación de manera independiente.

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La preparación que Briseida Acosta lleva desde hace un par de años por su cuenta, esa puede ser la clave que la destaca en su generación. Acosta llevó su desarrollo aparte de la selección mexicana y el resultado es sumamente favorable, situación que hace dudar del accionar de las autoridades correspondientes y traza, nuevamente, el camino para las generaciones venideras. Múltiples deportes amateurs en México tienen condiciones difíciles para el desarrollo del atleta, por lo que la opción de buscar oportunidades en las universidades o distintas instituciones de Estados Unidos se convierte en la alternativa ideal, claro, sujeta a múltiples requisitos.

Acosta suma casi dos años entrenando en la escuela Peak Performance, en Miami. Su entrenador es Juan Moreno, quien sí estará junto a ella en Tokio después de sortear la problemática de, originalmente, no estar contemplado para ser parte de la delegación mexicana. Esta diferencia la tiene aún más animada: “Muy contenta por contar con mi entrenador en Tokio, implica que estaremos en las mejores posibilidades de darle una alegría a México. Agradezco al Comité Olímpico Mexicano y al señor Carlos Padilla por el acercamiento que tuvieron conmigo y el seguimiento. Nos da un impulso. Tenemos un sueño y esto me da mucha más seguridad para cumplirlo, para representar a mi país de la mejor manera”, dijo Acosta con el ánimo más alto. Es cierto que desde que decidió alejarse de la selección los resultados mejoraron, la confianza se incrementó y las aspiraciones también se ampliaron.

Al hablar con Acosta, faltaban 53 días para la ceremonia de inauguración. En la sensación de los atletas, este tiempo es nada comparado con la larga espera que significó este ciclo olímpico alargado, pero a pesar de ello, la taekwondoín mexicana todavía no es consciente totalmente de lo que está por vivir.

“EL veinte del compromiso ya me cayó, del trabajo que tengo que hacer para representar de la mejor manera a México. Pero quizá no me va a caer el veinte al 100% hasta que viva esa experiencia de ser atleta olímpica. Me gusta saber que estoy viviendo mi sueño al máximo, disfrutar de la mejor manera, concentrada en cada entrenamiento y en cada acción con el fin de mejorar para los Juegos Olímpicos”, afirmó la nacida en Sinaloa, de 27 años de edad.

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Mentalidad, otro músculo más

Como una prioridad, así ve Acosta a la psicología para su buen desarrollo como atleta. Dentro del equipo de trabajo que ella costea con los apoyos que recibe, se encuentra un psicólogo. Los largos periodos de espera, los cambios de calendarización que se presentaron con poco tiempo de anticipación, pudieron significar un amplio retroceso en la fortaleza mental de los atletas, por lo que la importancia de esta parte del entrenamiento, nos dijo, aumentó.

“La preparación mental va de la mano con la física. Tu cuerpo hace lo que tu mente quiere, y entre subidas y bajadas anímicas, he aprendido que quizá al cuerpo lo puedes activar algunas horas al día, pero tu mente siempre está activa y debes convivir con ella. Es muy importante la preparación mental, y más después de lo que vivimos en el mundo”, compartió Acosta Balarezo.

Para acreditar su pase a los Juegos Olímpicos, la sinaloense venció en el último selectivo nacional a María del Rosario Espinoza. De las siete medallas olímpicas que el Taekwondo le ha dado a México, tres son de Espinoza. Acosta admite la importancia en la historia olímpica que tiene María del Rosario, le reconoce ser la mejor de todos los tiempos, pero admirar no es un verbo que utilice: “Hemos tenido tres evaluaciones internas. Y en todas le gané... Admiro a poca gente, mis ejemplos son mis padres, pero no admirar no significa dejar de reconocer la realidad. María es una competidora excepcional, y admitir eso me dio la capacidad de darme cuenta de lo que necesitaba para ganarle a la mejor representante que México ha tenido”.

Atleta de semblante serio y sonrisa reservada, o por lo menos así se le muestra en las competencias, pero basta una vuelta por sus redes sociales para verla sonriendo desde distintos ángulos, compartiendo momentos con sus familiares y posando alegre, empapada en sudor, en alguno de esos entrenamientos que, poco a poco, la han acercado hasta esa meta que tiene varios años creciendo en su cabeza. Briseida Acosta sueña despierta, y la única manera de despertar, es una presea olímpica.

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