“Yo tenía 19 años y estaba trabajando en la música y un productor me dijo, quítate la ropa, y yo dije, "no", y me fui y me dijeron que iban a quemar toda mi música. Y no dejaron de preguntarme y me congelé y yo... ni siquiera recuerdo. Y no diré su nombre. Entiendo este movimiento #MeToo y entiendo que mucha gente se sienta realmente cómoda con él. No quiero volver a enfrentarme a esta persona nunca más”, dijo la interprete con el rostro lleno de lagrimas. El rechazo a confrontar al agresor es una condición que se puede presentar tras un evento traumático, como el que ella experimentó.
No quiero volver a enfrentarme a esta persona nunca más.