A estas alturas de la vida, el extraño y complejo mundo del NFT ya no es un misterio para nadie. Sin embargo, no veíamos venir sus oscuras posibilidades en el mundo del arte (y seguramente en muchos otros). Recientemnente, un grupo anónimo incendió una obra de Banksy, después de convertirla en NFT, para asegurar que su valor –de más de 95 mil dólares– quedara completamente en el mundo digital. Ahora, una situación similar ocurre con Jean-Michel Basquiat, cuyo primer NFT –que es Free Comb With Pagoda (1986)– será subastado, y con él, el derecho a destruir la obra física.
Jean Michel Basquiat y el lado oscuro del NFT
¿Por qué alguien querría destruir una obra original tras comprar el NFT? La explicación es simple, y hasta quizás berrinchuda: al "deconstruir", es decir, modificar o destruir la obra, el comprador asegura la exclusividad de la obra digital, pues esta se convierte en la "única forma restante" del trabajo.
La subasta estará de la obra de Basquiat estará a cargo del mercado OpenSea , uno de los principales mercados de NFT, bajo el patrocinio de Daystrom, un grupo de "provocadores digitales", en sus palabras, responsables del banco en línea de David Bowie en el año 2000. La puja comenzará en un ethereum, una criptodivisa cuyo valor es de alrededor de 50,000 pesos. "El valor se ha hecho cada vez más fungible, diluido e inestable en nuestro metaverso, y hay un pico tremendo en la demanda de exclusividad. Los NFT dan esta exclusividad y crea un sistema de valor digital completamente nuevo, algo que antes era inimaginable".