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'Relic': Natalie Erika James retrata la impermanencia

En 'Relic: herencia maldita', la directora Natalie Erika James hace un retrato único del Alzheimer.
lun 12 abril 2021 05:03 PM
Poster oficial de Relic herencia maldita

La cineasta Natalie Erika James presenta su ópera prima, Relic, en cines mexicanos. En ella, la realizadora retrata la historia de una familia de madre, abuela e hija (Lily Mortimer, Robyn Nevin y Bella Heathcote, respectivamente), en la que Kay (Mortimer) y su hija Sam (Heathcote) deben viajar a la casa de la abuela, Edna, después de que esta desaparaciera, a causa de demencia. Al encontrarla, comienzan a notar que una presencia toma control de la anciana. Con una fotografía lúgubre pero bella, unos efectos visuales desconcertantes y una gran sensibilidad, James retrata el Alzheimer y la unidad familiar de una manera muy particular.

Life and Style platicó con la directora sobre Relic, que ya se encuentra en cines.

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Tu filmografía está llena de películas de terror. ¿Por qué?

No sé, es raro porque de chiquita era muy miedosa. Tenía pesadillas todo el tiempo y me iba a dormir con mi papás. Pero en la adolescencia iba a pijamadas con mis amigas y veíamos películas de terror. Veía mucho terror asiático, vi The Others (Alejandro Amenabar, 2011) en el cine con mis amigas cuando tenía once años estaba completamente aterrada pero también me encantaba la experiencia de sobrevivirlo juntas. Creo que ese fue el inicio. Luego en la escuela de cine, al inicio quería hacer dramas psicológicos, pero lentamente se fueron incorporando otros elementos que fueron mi paso de entrada al terror. Me encanta cómo con el terror puedes jugar con imágenes muy surreales, y a eso se suma con una fijación que tengo a explorar el miedo como una emoción.

Esta vez, para tu primer largometraje, decidiste explorar el miedo por medio de la demencia. ¿Cómo llegaste a esa historia?

El tema de la demencia viene de la experiencia personal; mi abuela tuvo Alzheimer muchos años. Ella vivía en Japón, y comencé a escribir esta historia una vez que fui a visitarla. En esa época llevaba mucho tiempo sin haber ido a visitarla y me arrepentía mucho de eso porque ella no podía recordarme. Creo que en el cine, cuando escribes, siempre trabajas con los grandes temas de tu vida. Supongo que esta fue mi forma de procesar la experiencia.

¿Cómo es hacer una película de algo tan personal?

Puede ser muy difícil, particularmente en la fase de escritura, en la que sientes que estás desenterrando cosas dolorosas y confrontando cosas de ti misma, pero también es muy útil porque sabes cuando estás llegando a algo verdadero. Quizás sea algo truculento cuando estás hablando explícitamente de tu familia, pero en mi caso no tuve ese problema, y el hecho de que haya sido una película de terror te da cierta seguridad porque ciertamente no es la historia directa.

Independientemente del lado personal, Relic habla de una condición mental. Como guionista, ¿cómo abordaste eso?

Algunas cosas fueron experiencia personal, otras investigación, pero también leí mucho. Creo que, desde una perspectiva de escritora, lo que funciona mucho a mi favor es que todos tienen una experiencia distinta con el Alzheimer y a cada quién le afecta de una manera distinta, así que eso nos da licencias creativas. Es chistoso porque alguien comentó que es médicamente incorrecta, y pues, es obvio. Lo que queríamos era la estructura emocional. Si te fijas, la película se desarrolla en el transcurso de una semana y la decadencia de Edna es tan rápida, muy diferente a como es en la vida real. Tomamos elementos de la realidad de la enfermedad, como que la música puede ser un detonante para la gente con Alzheimer. Por ejemplo, cuando Kay toca el piano escuchas a Edna en las paredes, de cierta forma atraída por la música.

En la película hay muchas escenas en las que hay moho, y en muchos foros se presentó la teoría de que este elemento estaba haciendo que las habitantes de la casa enloquecieran. ¿Es intencional, o sólo teoría de fan?

El moho es una representación de la corrosión, la decadencia que provoca el Alzheimer. Es curioso cuando la gente empieza a desglosar elementos. Yo soy una persona que tiende mucho a guiarse por una lógica emocional más que por otras explicaciones, pero ciertamente sí tenemos una historia de fondo de un miembro de la familia que se queda prácticamente abandonado en la propiedad, y supongo que el sentido de que él creo esa energía corrosiva y que de cierta forma se transfirió a la casa por medio de una ventana. Suena muy tonto cuando se empieza a hablar de un moho supernatural [se ríe], entonces no lo es. Pero es cierto que ahí hay una historia para la gente que necesita ese tipo de explicaciones.

Izq. a der.: Bella Heathcote, Natalie Erika James, Robyn Nevin, y Emily Mortimer en el festival de Sundance.
Izq. a der.: Bella Heathcote, Natalie Erika James, Robyn Nevin, y Emily Mortimer en el festival de Sundance.

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Cuéntanos sobre el elenco de la película.

Fue interesante castear a una familia porque siempre genera una discusión, no sólo sobre quién puede hacer tal papel, sino quiénes funcionan juntos como familia. Tuve mucha suerte de que uno de mis productores fuera amigo de Emily (Mortimer), porque puede conocerla antes, y realmente conectó con el guión. Robyn Nevin, por su parte, es realeza del teatro en Australia y ha tenido una carrera formidable en el escenario pero también hace tele y tiene un rango impresionante porque puede ser una mujer encantadora pero también voltearlo a la furia. Fue maravillosa. Bella y yo ya éramos amigas y conectamos en Los Ángeles. Todas se llevaron muy bien, me apoyaron mucho y no se sintieron intimidadas por el hecho de estar haciendo terror. Fue una gran experiencia como directora primeriza.

En ese sentido, siendo tu primer largometraje, ¿cuál fue tu mayor reto?

Tuve varios. La postproducción para mí es muy difícil porque ya no existe la emoción de la producción y no hay la misma camaradería con el crew y el elenco. Cuando comienzas a trabajar en una película y estás filmando tienes esa sensación de potencial ilimitado, y en post llegas a un bache en el que te enfrentaste con todos los errores que cometiste, y es un proceso largo para arreglar todo y hacer que funcione bien. Es la parte más complicada; nos tomó nueve meses.

¿Qué tan difícil o que tan fácil fue encontrar la oportunidad de hacer este proyecto?

Es difícil de decir. Cuando eres un director emergente tienes muchos contratiempos. Debes tener otros trabajos en publicidad, en otras producciones… yo me concentré en dirigir. Hice un video musical pero me concentré en mis proyectos creativos, trabajé en producción, y por ejemplo, hacer publicidad fue una buena opción porque los proyectos eran más cortos y significaba que podía hacer tiempo para mis proyectos creativos. El primer apoyo que conseguí fue del gobierno de Australia, a través de un programa llamado Gender Matters, que ayuda a proyectos que tienen al menos a tres mujeres en puestos creativo altos. Ahorita la gente busca apoyar a las mujeres creadoras de terror, así que en cuestión de timing fue una situación afortunada. Eventualmente conseguimos inversionistas en Estados Unidos.

Tienes una escena final muy fuerte, que es tan hermosa como grotesca. Cuéntanos un poco de eso.

Me atraen mucho las narrativas que capturan tanto la belleza como lo grotesco. Creo que es muy apegado a lo que significa ser humano; hay partes horribles y partes bonitas. De cierta forma, la impermanencia y el que nuestras vidas acaben hace que todo sea más valioso. Eso es lo que quería capturar.

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