En el concepto de Pahua habitan los mantras, la poesía, la oratoria y la fonética. En su primer EP, Ofrenda, se explora la trascendencia, el movimiento, el equilibrio, los santuarios.
“Intento juntar muchos elementos de la naturaleza también guiados por poesía hacia la mujer, hacia el cuerpo. Hablar un poco de la vulnerabilidad y el conformismo, pero de un modo súper positivo para llegar a alcanzar metas”.
La música de Pahua se siente. Es como agua a los tobillos, viento en el rostro, andar descalzo en el pasto. Es de una atmósfera específica, pero que es difícil describir. ¿Cómo se podría explicar?, se le pregunta en entrevista con Life and Style .
“Solamente con la semiótica. La naturaleza tiene muchísimas formas que también tienen alusión a cómo es la figura de la mujer, a cómo es el crecimiento de las flores, a cómo el agua nos da vida, a que eres una semilla que se convierte en capullo y al crecer da una flor. Todos esos procesos hacen que, como seres humanos, podamos relacionarnos con la naturaleza”, reflexiona.

Y pone como ejemplo la década de los 70, cuando en contextos de conflictos bélicos, dictaduras militares y represiones estudiantiles, había florecimientos.
“La gente estaba desnuda en los jardines y disfrutaban de ver cuerpos no por una morbosidad sino, al revés, por simple libertad y porque el mundo estaba en otro momento. Ese tipo de simbologías son las que he tratado de integrar a nivel poético en una lírica, y me ha ayudado muchísimo a escribir y generar ideas”.