En esta entrevista concedida a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, difundida el domingo en ese país antes de su emisión el lunes por la noche en el Reino Unido, "dieron la imagen de una pareja vulnerable, que se sentía atrapada en su papel y que se sentía desprotegida por la institución", agregaba.
En opinión del también conservador Daily Telegraph la familia real necesita un "chaleco antibalas" ante una entrevista que contenía "suficientes proyectiles para hundir a una flotilla". "Y posiblemente, como algunos temen, para infligir el mismo daño a la monarquía británica".
"Es justo decir que esta entrevista de dos horas sin concesiones es el peor escenario para quienes la pareja no dejó de referirse como 'la empresa' (The Firm)", añade el rotativo, aludiendo a las reflexiones racistas que Meghan y Enrique denunciaron haber sufrido por parte de una persona no identificada de palacio antes del nacimiento de su primer hijo, Archie.
También el canal ITV utilizó una metáfora militar: "La pareja cargó un bombardero B-52, sobrevoló con él el Palacio de Buckingham y descargó su arsenal justo encima".
Para la BBC, "es una entrevista devastadora" que revela "las terribles presiones dentro del palacio" y dibuja "la imagen de individuos insensibles perdidos en una institución" tan perdida como ellos.