Dividido en dos libros, La Forma de los Dioses y Las Manos de los Dioses, los cuentos de esta compilación de terror exploran no sólo la relación de los humanos con las deidades, sino las similitudes que tiene con ellos. Al final, ¿no somos los humanos nuestros mismos dioses y nuestros mismos miedos?
En alguna parte del libro se dice que los humanos nos pueden vivir sin dioses y, de la misma manera, los dioses no tienen ningún propósito sin los humanos. La reflexión de la divinidad y los dioses es muy amplia, pero la que a mí me interesaba hacer era una en la que la divinidad es un espejo de lo humano
“Si uno analiza los dioses de la mitología, son sumamente humanos: fornican, se emborrachan, son vengativos, asesinan, se enamoran. Incluso los Annuna, dioses de los sumerios que deben tener siete mil años o más, bajaban del cielo y se mezclaban con los humanos y hacían cosas de humanos, a diferencia de los griegos que las hacían pero en el Olimpo”, ejemplifica el escritor.