El futbolista explicó que llevaba todo el año diciendo al club que se quería ir, pues sentía que el equipo necesitaba gente más joven, y que su etapa en el equipo había terminado: "Se me hizo muy difícil todo y llegó un momento que me planteé buscar nuevos objetivos, nuevos aires. No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”.
En la entrevista, Messi mencionó sentir dolor por los comentarios que surgieron a raíz de su posible salida, sobre todo, que se haya puesto en duda su amor por el Barça. Sin embargo, lo que le hace quqedarse es algo menos emotivo: "Voy a seguir en el club porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio. Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo desde que llegué, es el club de mi vida, tengo hecha aquí mi vida, el Barça me dio todo y yo le di todo, jamás se me pasó por la cabeza llevar al Barça a juicio”.