Así, automáticamente queda descartada su participación en el primer entrenamiento de la era Ronald Koeman, que tendrá lugar este lunes.
Este es un capítulo más del conflicto contractual entre Messi y el FC Barcelona, el cual ya se esperaba después de que ayer los abogados del argentino hubiesen informado al club que este no asistiría a la cita.
El jugador y sus abogados consideran que ya han hecho efectiva la cláusula liberatoria que tienen a final de cada temporada desde el 2017 y que, por lo tanto, ya no se deben al club azulgrana. En cambio, Bartomeu y su junta directiva dan por hecho que esta caducó el 10 de junio y hacen referencia a la cláusula de rescisión de 700 millones de euros si el argentino pretende marcharse a otro club.
A pesar de todo, no se descarta una reunión entre las dos partes durante los próximos días con la intención de pactar un traspaso. El Manchester City es el club mejor posicionado para hacerse con sus servicios.
Por otro lado, Luis Suárez y Arturo Vidal, dos de los jugadores descartados por Koeman, han acudido a los test PCR y entrenarán con el Barcelona hasta que se les encuentre una salida.
Con información de AFP y EFE