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"Aprendamos a escuchar para tener algo más inteligente qué decir": Diego Luna

Diego Luna reflexiona sobre Pan y circo, el programa de debate que creó y modera, con el fin de hablar con líderes de opinión sobre los temas relevantes para México y el mundo.
lun 03 agosto 2020 05:20 PM

A Diego Luna le gusta hablar de los temas que le importan, y también comer mientras lo hace. Así ha descubierto que las conversaciones —sobre todo de asuntos complejos, como la violencia de género, la descriminalización de la marihuana, la migración y la identidad, entre otros— son más profundas y sinceras si ocurren durante el ritual de la comida.

“Cuando comemos sucede algo natural: nos relajamos en la mesa y comenzamos a mostrar con más honestidad y menos filtros quiénes somos”, afirma Luna al principio de una larga entrevista con Life and Style. “De repente, la comida y el ritual de sentarnos a comer nos desenmascaran y nos unen desde un ángulo más honesto. Vivimos en un mundo llenos de filtros, en donde todos externan sus opiniones en redes sociales, pero cuidan esos mensajes y los leen tres veces antes de publicarlos. Pero en una mesa hay espacio para el accidente, para darnos cuenta de a quién tenemos realmente en frente”.

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En Pan y circo, programa de debate de Amazon Prime Video que estrena el viernes 7 de agosto, Diego una vez más emplea su fama e influencia para dirigir la atención a los temas sociales y políticos polarizantes que le preocupan como el ciudadano activo que es desde hace varios años.

“Desviar la atención hacia los temas que me ocupan y preocupan, que quiero cuestionar y sobre los que deseo participar en una reflexión colectiva, es una responsabilidad que viene con tener acceso a un micrófono. Pan y circo nace desde hace mucho, desde mi interés por la cocina, pues soy un glotón compulsivo y siempre he disfrutado no solo de comer, sino de lo que pasa alrededor de la comida en la mesa”, explica vía Zoom desde su casa en la Ciudad de México.

No es la primera vez que el actor, director y productor impulsa una iniciativa nacida de ese interés por participar en la reflexión o la acción colectiva. En 2017, después del terremoto del 19 de septiembre, creó un exitoso centro de acopio de víveres para los damnificados, y en 2019, luego de la elección presidencial, fundó El Día Después, una plataforma cuya finalidad es visibilizar problemáticas sociales, fomentar la acción ciudadana y contrarrestar el clima de polarización al subrayar los problemas que se tienen en común y nos unen.

Pan y circo representa para Diego ir un paso más allá en su activismo, pues en los capítulos cuestiona y, sobre todo, pone la mesa para que escuchemos a líderes de opinión. Estos políticos, científicos, líderes religiosos, escritores, periodistas, actores y activistas sociales tienen puntos de vistas contrastantes sobre temas en que, todos coinciden, son de vital importancia para que México y el mundo progresen.

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Juan Manuel Santos
Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia y activista en pro de la despenalización de las drogas.

Algunos de los invitados —que debaten mientras cenan menús de reconocidos chefs mexicanos, como Enrique Olvera (Pujol) y Elena Reygadas (Rosetta)— son la actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Miguel Ángel Osorio Chong, senador priísta y exsecretario de gobernación en el sexenio de Enrique Peña Nieto; Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y activista a favor de la despenalización de las drogas; Enrique Monge, escritor y politólogo; Gael García Bernal, actor y director de cine; Samuel Ponce de León, epidemiólogo; Ana de la Reguera, actriz; Marion Reimers, periodista deportiva; Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, fiscal central para la Atención de los Delitos Vinculados a la Violencia de Género de la FGJEM, y Carlos Martinez D’Aubuisson, periodista del diario digital salvadoreño El Faro, entre varios más.

Pan y circo también nace del interés profundo que tengo de cuestionar la realidad y mi país”, añade Luna. “Creo que es esencial que todos nos preguntemos si estamos donde queremos. Pan y circo es eso, escuchar lo que quieren los otros en relación a tu realidad para poder influenciarte de los demás y estar abiertos a escuchar. Y creo que en ningún lugar se escucha mejor que en la mesa”.

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Pan y circo Ana de la Reguera 1.jpg
Ana de la Reguera, actriz.

La pandemia lo vino a cambiar todo. De los temas que aborda Pan y circo, ¿cuáles son los más urgentes en esta nueva realidad?

Haber filmado casi todos los episodios y que llegara esta nueva realidad volvió esencial que grabáramos uno sobre la COVID-19, en el que hacemos un recuento de todos estos temas pre y post pandemia. La conclusión fue que es más importante que nunca hablar sobre la violencia de género, porque quedarse en casa no significa lo mismo para una mujer que para un hombre, porque quedarse en casa para un grueso de la población es imposible en un país con la desigualdad del nuestro. La migración, el racismo, la identidad, la criminalización de las drogas… todos son temas aún esenciales.

Gael García Pan y circo
Gael García, actor y director.

La pertinencia de la discusión a la que invita Pan y circo es más grande que nunca. Lo que esta pandemia vino a hacer es mostrar en realidad quiénes somos y qué hemos dejado que suceda frente a nosotros. Es una lupa que de alguna forma exalta nuestras virtudes, pero también nuestros errores, y nos confronta con la realidad que hemos creado de adentro para fuera. Es un espejo que vino a confrontarnos con temas gravísimos, como la violencia de género, la desigualdad, la carencia y la falta de acceso a la información.

Me parece que si somos inteligentes, podemos sacar provecho de este momento. [La pandemia] nos ha hecho voltear a lugares que no veíamos y salir de nuestra burbuja porque no importa qué tan protegido estés tú, porque si aquellos en las comunidades que ignorabas no lo están, tú nunca estarás completamente a salvo. Nos recuerda que la interconexión no es internet y poder viajar a todos lados, sino estar conscientes de la realidad de los otros y afectarnos por ella.

Pan y circo Julia Carabias
Julia Carabias, bióloga e investigadora.

Si te analizas bajo esa lupa en este contexto histórico, ¿qué has aprendido de ti mismo?

Que me tengo que replantear todo en mi entorno profesional, íntimo y cotidiano. Crees que estás haciendo algo, pero si das un paso para atrás, te das cuenta de que estás haciendo mucho menos de lo que pensabas. Es una confrontación con lo que he dejado de hacer, pero, por ende, también con lo que puedo hacer, esa es la parte que me gusta de Pan y circo.

Cuando se soltó la pandemia, dijimos: “Paremos un segundo y replanteemos qué está ocurriendo. ¿Seguimos trabajando en el programa y lo presentamos como está, o respondemos a esto que está pasando?”. Claramente fue esencial hacer lo segundo. Me acuerdo que estábamos en una llamada que no tenia ese propósito, platicando sobre cuándo íbamos a estrenar, y recordé que, además, a mí me había tocado vivir de muy cerquita la incertidumbre y el miedo por este virus. [Diego hace referencia a que Camila Sodi, la madre de sus hijos enfermó de COVID-19]

Diego Luna Pan y circo
Diego Luna, creador y moderador de Pan y circo

Justo antes de la pandemia, el movimiento feminista cobró mucha fuerza y capturó la atención social y mediática. ¿Puede continuar la inercia de este movimiento bajo las condiciones actuales?

Yo creo que sí, que se puede hacer de formas distintas, porque una vez que se da una articulación ciudadana es imposible destruirla. Me gusta pensar que hay cosas en las que no se puede retroceder. Hay historias que ya escuchamos y ya nos transformaron, y espero que eso nos haga salir adelante en este reto hermoso que tenemos de replantearnos muchas cosas.

¿Cuán necesario es estar dispuesto a ser ofendido para tener una conversación real y honesta?

Es complejo pero indispensable, porque si no el cambio nunca será posible. El asunto aquí es que hay que pensar dos veces las cosas antes de decirlas. A mí me parece indispensable, ojalá que en las redes sociales encontráramos opiniones de gente que se dio ese chance de reflexionar antes de publicar. Hoy hay un culto a la inmediatez y a la superficie: si doy mi opinión antes, tiene más valor, no importa si tiene o no fundamentos. Ojalá aprendiéramos a entender que en la profundidad está lo esencial y el valor de las cosas.

Pan y circo Olga Sanchez Cordero
Olga Sánchez Cordero, actual secretaria de gobernación.

Has sido crítico del poder, pero en Pan y circo compartes la mesa con Olga Sánchez Cordero y Miguel Ángel Osorio Chong. ¿Cómo se guarda la justa distancia con el poder?

Recordando tu labor y tu posición ciudadana, y ya. Sí, soy muy afortunado de haber llevado a buen puerto este proyecto, de tener esas voces, porque sin esas voces Pan y circo no existe, esas voces diversas y plurales que sé que no representan a toda la sociedad mexicana, pero sí ayudan a combatir la polarización en la que estamos cayendo. En una mesa hay personas que piensan completamente distinto y hay que encontrar puntos de acuerdo, a través de la comida y la comunión de sentarse a comer. Como ejercicio, vale la pena para recordar que así como somos capaces de señalar y denunciar y apuntar, también somos capaces de coincidir, de escuchar. El programa hace un énfasis en eso. Paremos un poquito de hablar, aprendamos a escuchar para después tener algo más inteligente qué decir.

Enrique Olvera Pan y circo
Enrique Olvera, chef fundador de Puyol.

¿Crees que la estética del programa y su formato ­–líderes de opinión hablando de temas importantes mientras cenan cocina de autor– pueden ser criticados y distraer la atención de los temas que se tratan?

No lo creo, porque hay un ejercicio para conocer nuestra realidad y la invitación es que, a través de la cocina, también podemos hablar de la diversidad de este país, de lo que culturalmente nos representa. Siento que la comida es a veces un gran vehículo. Pararme a comer en un lugar u otro me ha dado una perspectiva del entorno. Además, hay que decirlo, viene de una necesidad personal de acercarme a la gente que alimenta a otros.

Este tipo de debates se habían hecho en otros foros y con otros formatos, pero a mí no me habían pegado tan profundamente como ese día en esa mesa sobre feminismo, y creo que al resto de las personas que estaban ahí tampoco. No es lo mismo que tú te sientes en un foro de televisión con traje, te pongan el micrófono y alguien te maquille… Ese ambiente ya es completamente hostil para quien va a tratar de explicar lo que piensa y generar una resonancia en un público.

Pero si llegas, te sientas, te relajas, te tomas un cervecita y comienzas a platicar, te sale una cosa que no te habías atrevido a decir o, por lo menos, a formular de esa manera. Ése es un valor maravilloso de Pan y circo, que hace que aunque tú conozcas a estos personajes, a lo mejor no los has oído hablar así.

Pan y circo Ruben Albarran
Ruben Albarran, cantante de Café Tacvba.

Hay actores que evitan la política a toda costa, pero tú no. ¿Puedes gozar de esta libertad de expresión porque ya tenías una carrera muy solida?

Pues también tiene que ver eso, que empecé hace muchos años y quizá los miedos que pueda tener no se parecen a los de otros. De lo que tú hablas tiene que ver con la popularidad, con buscarla a toda costa. Pasa mucho en la clase política, pero yo no tengo que pensar en eso. He hecho cosas muy populares y otras muy impopulares.

¿Como cuáles?

Empecé en el teatro y me tocó hacer obras donde había más actores que público, y eso no me detenía. Yo no busco la popularidad, a mí sí me interesan los foros, pero los correctos, donde algo puede pasar que te transforme tanto a ti como al público. Esta necesidad de popularidad se ha incrementado con las redes sociales, con su cultura de los likes y los seguidores, y a mí eso me da un poco de miedo. El riesgo es que pierdas tu esencia, tu propósito, que estés dispuesto a dejar a un lado tus convicciones.

Pan y circo María Reyna
María Reyna, soprano mexicana que canta en idiomas mixe, maya, mixteco, zapoteco y español.

Crecí con el buen ejemplo del cine en el que te decían que no se trata de complacer al público. Si estás terminando tu película y te mandan una nota que dice que a las mujeres no les va a gustar que tu personaje haga eso, ya empezamos mal. Primero al decir “las mujeres”, porque no existe un ente tal cual, sino muchas personas con distintas perspectivas que analizarán tu trabajo, pero al final tu película a quien tiene que seguir convenciendo es a ti mismo.

En el cine y en el teatro tenemos un punto de vista que hay que satisfacer, que en el caso de los actores es el del director. Punto. Yo crecí en ese tipo de proyectos, en donde siempre se priorizaba eso, y luego sales y te das cuenta que no estás solo porque hay otros que piensan como tú. Hoy existe una necesidad de popularidad que te hace traicionar ese primer impulso para contar una historia.

Cuando terminé de ver los episodios de Pan y circo, pensé que pagaría por ver lo que hablaron en la sobremesa, cuando dejaron de filmar. ¿Fueron más honestos en esos momentos?

Hay cosas que por respeto dejamos fuera, porque si no contextualizas de la forma correcta pueden sonar raras o incendiarias. Hoy pasa mucho eso: vivimos en la superficie, en los encabezados de los periódicos o los 140 caracteres de Twitter. Se nos olvida que la contextualización de las ideas es indispensable para entenderlas en un contexto de polarización como este.

Es importante que entendamos de dónde vienen las cosas que escuchamos, porque a cualquiera se le saca de contexto y pareciera que traiciona sus principios. A los invitados de Pan y circo les dije que yo iba a ser el encargado de editar. Yo no estoy haciendo esto para que mi opinión llegue más lejos, viene de un interés de escuchar a otros y de poder debatir y cuestionar. Además, yo trato de hablar lo menos posible —al menos en el programa, porque como ya ves, aquí hablo muchísimo—, pues se trata de que ellos y ellas hablen.

Pan y circo Li Saumet
Li Saumet, cantante colombiana.

Al ver Pan y circo es fácil reconocer que todos hemos sido misóginos o racistas porque es un problema estructural. ¿Cuándo te diste cuenta de que tú también compartes estos rasgos y qué has hecho para cambiarlo?

Yo creía estar consciente de qué tanto había participado en esto, que es más bien un sistema. En general, me cayó el veinte antes de hacer el programa, en el proceso de preparación para llegar a esa mesa de debate, al estudiar sobre el tema en cuestión. Esa preparación me confrontó con mis dinámicas mas íntimas y me hizo cuestionarme cosas que hoy para mí son indispensables… Y luego vino la COVID-19 y eso se potenció brutalmente, porque no solo llegó esa lupa a mostrarnos quiénes somos, sino que ahora tenemos unos momentos eternos de reflexión que antes no teníamos y que son híper confrontativos.

Antes del estreno de la pasada temporada de Narcos, me dijiste que “la ciudadanía era la única herencia que le podías dejar a tus hijos”. ¿Es Pan y circo parte de esa herencia?

Definitivamente. No sé si es lo único que les puedo dejar a mis hijos, pero sí lo más importante que les puedo dejar, lo que más les va a servir en la vida. Que vean una de mis películas o lean una reseña de mí les servirá para fugarse un ratito o para alimentar el ego, pero eso no sirve para nada. Lo que sí les sirve es el ejemplo que tú dejas, y ese ejemplo ciudadano les da incluso la posibilidad de trascender lo que tú hiciste y sentirse capaces.

Pan y circo no solo apela a eso a largo plazo, sino que es una reflexión pertinente hoy. Por eso me interesa tanto que se vea y que la gente pueda tener acceso a esta reflexión. Si mis hijos, que además han sido testigos de todo el proceso, encuentran la forma de utilizar Pan y circo en su vida, me sentiría muy orgulloso.

Elena Reygadas Pan y circo
Elena Reygadas, chef y fundadora de Rosetta.

Después de escuchar a los líderes de opinión hablar sobre los problemas relevantes, ¿te sientes optimista o pesimista?

¡Híjole! Hay episodios que me hacen sentir muy esperanzado y otros que no. Si tuviera que hablar desde mi experiencia diría que me quedó claro que es más lo que podemos hacer y que por ende somos mas responsables de la realidad en la que vivimos de lo que aceptamos. Me quedo también con que más allá del patíbulo que resultan las redes sociales –sobre todo Twitter–, cuando nos desarmamos y dejamos esas herramientas y filtros y máscaras que nos hemos puesto, cuando nos careamos con alguien que no piensa igual que nosotros, hay muchas posibilidades de coincidir.

Sí podemos encontrar cosas que nos preocupan mutuamente y eso es esperanzador y quiere decir que hay cosas que podemos hacer, aunque no hayamos votado por la misma persona. Otra cosa es que el gran foro que son las redes sociales lo tienen las voces menos pertinentes. Si rascamos un poquito e investigamos, hay voces dispuestas a transformarnos y depende de nuestra curiosidad encontrarlas.

Diego Luna Pan y Circo 4
Pan y circo estrena el 7 de agosto por Amazon prime video

Dicen que del activismo a la política hay un paso. ¿Tú qué crees?

Pues es que es política, pero de ahí a ser parte de la clase política ya no estoy tan seguro. La ciudadanía es la forma de participar de la política, a mí me gusta esta trinchera, este lado. Me gusta recordarme y recordarnos el poder que tenemos de incidir y lo indispensable que resulta nuestra participación. Veo muy compleja esa otra parte que preguntas.

¿Entonces no habrá un Diego para presidente?

Ima-gí-na-te, claro que no. Claro que no. Fracasé en la primaria cuando intenté ser parte de la asamblea de alumnos. No pasé de escribano —me tocaba escribir las actas— y mi carrera política se truncó rápidamente porque me gustaba el futbol.

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