"¿Por qué quitarle a la afición de Morelia su futbol?", cuestionó con autoridad Antonio Carbajal, el director técnico que dirigió a los otrora 'Canarios' entre 1984 y 1995.
La 'Tota' Carbajal hizo del modesto Morelia un equipo aguerrido y de respeto en el que se hizo ídolo el delantero chileno Marco Antonio Figueroa, máximo goleador de la historia del club.
"Me da mucha tristeza", expresó el 'Fantasma' Figueroa en redes sociales, donde criticó a los dueños de la franquicia porque "nunca le tuvieron amor a la ciudad, ni a la historia del club ni mucho menos a sus hinchas".
Sin respeto a la historia
Ya sea por compra de franquicia o por mudanza, los cambios de identidades son una práctica recurrente en el futbol mexicano.
El traslado del Morelia a Mazatlán es solo un caso más de una costumbre que comenzó en 1971 cuando el Necaxa se cambió de nombre a Atlético Español.
"El Necaxa anuncia que desaparece por un supuesto adeudo con un jugador y la franquicia es comprada por un exjugador español del Club España", comenta Carlos Calderón, historiador del futbol mexicano.
"A partir de ahí, la Federación Mexicana de Futbol se da cuenta de que para ellos va a ser un negocio porque pide un porcentaje por esos cambios", subrayó el historiador, autor del Anecdotario del Futbol Mexicano.