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Así de absurda era la disparidad salarial entre Jordan y Pippen

Debido a una decisión precipitada, Scottie Pippen estaba preso en un contrato que lo hizo ser, en términos salariales, el jugador 122 de la NBA, pese a su nivel de estrella de los Chicago Bulls
mié 22 abril 2020 08:18 AM
Netflix

Scottie Pippen será recordado como uno de los mejores basquetbolistas de la historia. Incluso el rey indiscutible de este deporte, Michael Jordan, sabe que su impresionante reinado en la NBA no hubiera sido posible sin el número 33 de los Chicago Bulls.

“Jamás podría encontrar otro tándem, otro sistema de apoyo, otro compañero en el basquetbol, como Scottie Pippen”, explica Michael Jordan en el segundo episodio de la serie documental The Last Dance. “Él me ayudó tanto que cada vez que digan Michael Jordan deberían de decir también Scottie Pippen”.

Sin embargo, aunque Jordan y Pippen era la mancuerna dominante de la NBA, la brecha entre sus salarios era abismal. Mientras MJ era el número uno en el ranking de los mejor pagados de la liga, Pippen ocupaba la posición 122.

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Esto se debía a una decisión apresurada que Scottie tomó en 1991. Ese año, que fue la temporada en que Chicago Bulls consiguió el primero de seis campeonatos bajo el liderazgo de Jordan y Pippen, este último firmó un contrato por 18 millones de dólares a siete años. A todos les pareció un paso en falso que no le hacía justicia debido a su alto nivel de juego. Sin embargo, Scottie —quien provenía de una familia de 11 hermanos con muchas carencias económicas— sentía la necesidad de asegurar el futuro de los suyos.

“Yo sentía que no podía arriesgarme a lesionarme y no proveer a mi familia”, confiesa Pippen en el documental de Netflix en alianza con ESPN. “Tenía que asegurarme de que mi familia estaría cubierta”.

Por eso firmó un contrato que se convertiría en su prisión y representaría un tremendo obstáculo para que Jordan liderara a Chicago Bulls al sexto campeonato. Lo fue porque después de ver cómo el salario de sus compañeros de equipo crecía por acumular cinco títulos en la NBA, el suyo permanecía estático. A tal grado que se convirtió en el jugador más subvalorado de la liga.

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Eso provocó que al inicio de la temporada1997-1998, en la búsqueda del sexto campeonato, Pippen se enemistara con Jerry Krauze, el presidente de Chicago Bulls porque éste, pensando en las finanzas de la institución, intentó traspasarlo a otro equipo.

“Todos pueden ser transferidos”, dijo Krauze en una conferencia de prensa. “Parte de mí responsabilidad es escuchar las ofertas de otros equipos. Y nos parece que Scottie es de los mejores… pero no sé qué va pasar en el futuro, porque no se”.

La posibilidad de ser traspasado, como si fuera cualquier ficha intercambiable, fue la gota que derramó el vaso lleno de frustración que era Pippen. “Eso empañó mi relación con Jerry. Me trataba de hacer sentir especial, pero al mismo tiempo estaba dispuesto a traspasarme pero nunca me lo decía a la cara”, recuerda el basquetbolista número 33 de Chicago Bulls.

La reacción de Pippen, al sentirse frustrado, fue darle la espalda a la institución y al equipo: decidió operarse un tendón y estar incapacitado para jugar durante la temporada y no en el periodo de receso de verano.

Michael Jordan lo asumió como una actitud egoísta frente al equipo y de ahí en adelante todo fue cuesta arriba a nivel deportivo y humano para los integrantes de Chicago Bulls en su búsqueda del sexto campeonato.

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