
Descubrió que se llamaba Josué y era uno de los integrantes de los Ochoa, familia también conformada por Fer (padre) y Juan (hermano mayor), que se dedica a dar servicio privado de ambulancia en la Ciudad de México. Bastaron pocas noches a bordo, filmándolos de un accidente a otro, para que Luke se diera cuenta que esta carismática familia era la punta del iceberg de un problema estructural del sistema de la salud, pues existen menos de 45 ambulancias del gobierno para dar servicio a los nueve millones de habitantes de la Ciudad de México.
Dentro de esta ambulancia se condensaba todo el rango de emociones humanas
“Aunque retrataba la tragedia, desde el principio me di cuenta que tendría humor en el documental. Descubrí que es una cosa muy mexicana, procesar la tragedia con momentos de humor: reír para no llorar. Vi eso cada noche: los Ochoa metiendo humor en momentos muy difíciles”, explica el director de Familia de medianoche, ganadora del premio especial del jurado del Festival de Sundance y el de Mejor Documental en el Festival de Guadalajara.