
En ese entonces, yo trabaja de programador en la Cineteca Nacional y ya había hecho un ciclo de sus películas, así que le mostré el folleto y se puso muy contento porque no imaginaba que ya le dedicaran un programa completo en México a sus filmes. La verdad es un tipo encantador, muy accesible. En persona, es como su cine: hiperactivo, habla muy rápido. En esa ocasión, le pedí una entrevista pero me dijo que estaba muy ocupado, siempre súper amable, como él es. Me suplicaba que entendiera por qué no podía dármela y me daba explicaciones innecesarias.
Scorsese es el último de los clásicos. Taxi Driver (1976) es increíblemente avasalladora. Me conmovió tanto que hasta el día de hoy, cada vez que me piden mi top ten, ese filme siempre está ahí. Es un estudio definitivo de la soledad humana, y captura lo que cualquiera ha padecido al sentirse alienado por vivir en una gran ciudad.