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El fan más grande de Scorsese es mexicano y ahora es director

El director Alfonso Gómez-Rejón nos revela cómo fue aprender de cine junto a Martin Scorsese cuando fue su asistente personal en Nueva York
jue 06 febrero 2020 11:35 AM
Martin Scorsese
El director neoyorquino presentará 'Enamorada' en Cannes

"Descubrir el cine de Martin Scorsese fue como cuando lees un libro y crees que eres la única persona en el mundo que lo entiende, porque sientes que lo escribieron para ti. Así fue cuando vi Mean Streets (1973). Me dejó afectadísimo porque sentí que la historia hablaba de mi relación con mi hermano y, pese a que el universo de la película era el mundo italiano del Nueva York de los años 70, sentía que era mi mundo, aunque yo era un chavo mexicano que vivía en la frontera de Laredo. En teoría no debería haber una conexión, pero la voz de Scorsese era tan fuerte que me sacudió. Fue la primera vez que me di cuenta de que el cine podía ser personal.

Cuando supe que quería ser director, quise entrar a NYU porque Scorsese había estudiado ahí, y me aceptaron. Llegar a Nueva York fue especial porque me mudé en agosto de 1990, y un mes más tarde estrenaron Goodfellas. La vi el primer viernes en una sala llena. Esa escena en la que Joe Pesci le preguntaba amenazante a Ray Lio a “Do you think I’m funny?” fue una bendición que me dio el cine.

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'The current war' es la película más reciente de Alfonso Gómez-Rejon, también producida por Scorsese. Aquí con el elenco de la película (Benedict Cumberbatch , Michael Shanon y Nicholas Hoult en el Festival de Toronto.

En esa época, un tutor de la universidad me preguntó por qué estaba ahí. Le dije que porque admiraba mucho a Scorsese y lo quería conocer. Me respondió que todos los alumnos que se encontraba en los pasillos tenían el mismo sueño, así que era mejor que me buscara otro. Pero pocos años después veía películas junto a Martin Scorsese.

Esto fue posible porque, en mi tercer año en NYU, la segunda asistente de dirección de Scorsese me recomendó como becario para la casa productora de Martin y empecé a trabajar ahí. Al principio me mandaban a la casa de la madre de Scorsese para hacerle los mandados, y luego su equipo me lo fue presentando poco a poco, porque lo último que querían era otro becario-fan que lo interrogara todo el tiempo y no respetara su espacio. Así que me volví invisible, fui muy calladito y me fui ganando a todos. En cuestión de tiempo, Martin empezó a tenerme con confianza, hasta que cada sábado teníamos el ritual de ver películas juntos en la sala de proyección. Es un enorme cinéfilo: descubrí que es muy generoso con todo el cine, porque siempre encuentra algo bueno de cada filme: a veces veíamos B movies, como Reap the Wild Wind (1942), en la que John Wayne lucha contra un pulpo —una cosa muy surreal—, pero él encontraba siempre algo que apreciar.

* Alfonso, director mexicoamericano, estrenó en enero The Current War: Director’s Cut (2020). Dirigió Me and Earl and the Dying Girl (2015), que le valió los premios de la Audiencia y del Jurado del Festival de Sundance.

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Alfonso Gómez-Rejón (derecha) en el set de 'Me and Earl and the diying girl', producida por Martin Scorsese.

Le tengo mucho respeto y nunca he querido exagerar o tomar ventaja del acceso que tengo a él, incluso en los momentos artísticos más difíciles. Recuerdo que cuando filmé mi primera película, The Town that Dreaded Sundown (2014), tenía una crisis personal, y Thelma Schoonmaker, mi otra mentora y la legendaria editora de Scorsese, me recomendó hablar con Martin. No dije nada, no lo busqué, pero un día después la asistente de Martin me llamó para decirme que esperara su llamada a las diez de la noche. Hablamos y me tranquilizó. Años después, cuando gané en el Festival de Sundance, recibí una llamada suya y me mandó una botella de champaña que aún tengo cerrada.

Scorsese es hoy más vital que nunca para el cine porque representa la resistencia, porque sigue siendo una apuesta independiente. Pero también representa la evolución, porque se mueve en caminos no tradicionales: que haya elegido Netfix para distribuir The Irishman es prueba de ello. Es alguien que no deja de tomar riesgos y que ha podido sobrevivir en la industria sin ser convencional. Martin es mi mentor... no sé qué sea yo para él.

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