Willem Dafoe está contento. Muestra una sonrisa enorme que contrasta con el loco y errático marinero que se ha visto en The Lighthouse, su nuevo thriller.
Ha caminado el actor por la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Morelia y ha firmado pósters de Spider-Man y se ha tomado selfies con sus fans michoacanos.
También atendería a la prensa -posteriormente la aleccionaría- y ha contado que su nueva película, si bien aborda la locura y soledad, se trata de un hombre creyente.
Dirigido por Robert Eggers, el filme muestra a dos hombres encargados de mantener el faro de una isla remota y cómo su dinámica y salud mental se van deteriorando al verse aislados.
Y es de esto de lo que Dafoe, en su segunda visita al festín fílmico, quiere hablar. Se ha negado a contestar la pregunta de una reportera sobre su opinión sobre las grandes firmas de streaming como Netflix y Amazon y por un segundo se le borra la sonrisa.
“Vengo aquí porque me gusta este festival, quiero hablar de The Lighthouse y si preguntan cosas sobre otros temas, uno responde por ser educado y respetuoso. Pero luego toman una línea, escriben un artículo al que luego el editor le pondrá un título y uno se siente como violado”, dijo con evidente molestia.
Willem tiene toda la vida en esto. Por eso alecciona, por eso se concentra en lo que él quiere compartir: las historias, los personajes y su carrera. y la sorisa vuelve.
Dice el estadounidense cuatro veces nominado al Óscar que cada personaje es una forma de verse a él mismo desde fuera y que nunca, en sus 133 créditos como actor, ha pensado en renunciar.
“Cuando no tengo buenas oportunidades o cuando hago una película que me gusta mucho y no encuentra su camino hacia la gente o a la gente no le gusta, nos preocupamos, pero nunca he pensado en renunciar”, señaló.