Una chica particular
Tiene una sonrisa que desarma. Unos ojos verdes capaces de borrar cualquier pensamiento cuando te miran. Una nariz que cualquier artista del Renacimiento hubiera deseado esculpir. Es bastante obvio, a Renata Notni su mezcla de genes libaneses y alemanes le conceden una belleza diferente, particular.
Quizá por esto resulta difícil creer que ella, que también es modelo, haya dejado de sentirse atractiva un solo día de su vida. “No es que me sienta bonita siempre. Hay algunos momentos en los que me siento insegura y otros en los que me siento bien”, explica Renata. Pese a su evidente fotogenia, le resulta extraño ver sus imágenes, sobre todo las del principio de su carrera. “Veía mis fotos y me juzgaba o no me gustaba cómo lucía. Sin embargo, poco a poco he aprendido a aceptarme a mí misma”, revela la actriz, nacida en Cuernavaca, Morelos, hace 24 años.
No es que me sienta bonita siempre. Hay algunos momentos en los que me siento insegura y otros en los que me siento bien
Parte de este proceso de crecimiento ha sido evitar que la estereotipen por su trayectoria en la televisión. “No soy la protagonista de la telenovela, soy actriz y puedo hacer cualquier tipo de personaje. Tengo mucho para dar, mucho que ofrecer”. Por eso, una de sus actrices favoritas es la sudafricana Charlize Theron, quien en 2004 ganó el Óscar al interpretar en Monster a una asesina, un rol que le exigió una transformación física extrema. “Ver cómo esta mujer espectacular se convierte en el lado opuesto de lo que es, literalmente, me parece asombroso. Una actuación impecable. Me encantaría un personaje así”, explica la coprotagonista de El último dragón, que estrenó a finales de septiembre de este año.
El protagónico de la serie escrita por Arturo Pérez-Reverte llegó también de la mano de su debut cinematográfico. En octubre se estrena la película La boda de la abuela, una comedia de enredos familiares dirigida por Javier Colina –secuela de El cumple de la abuela–, en el que la actriz comparte créditos a lado de Susana Alexander, Rodrigo Murray, Tiaré Scanda, Marimar Vega, Luis Arrieta y Luis Ernesto Franco.
Renata, hija de la exactriz Liliana Notni, actúa desde los 11 años. Su debut fue en la telenovela Código postal (2006). Tiene claro que, si alguna vez hace un desnudo, será por cuestiones artísticas, por un personaje que lo justifique. “Mi cuerpo es mi templo, me parece algo muy sagrado, y lo voy a compartir el día que yo quiera”.
Su curiosidad la ha llevado a encarnar diferentes personajes, pero también a viajar por el mundo. El pasaporte de Renata tiene más sellos que un oficio de gobierno. Su cuenta de Instagram, con 2,000,000 seguidores, es prueba de ello: en una imagen, sonríe al lado del Coliseo romano; en otra, mira la torre Eiffel; en otra más rompe la monotonía cromática del Templo Blanco de Tailandia con un vestido coral que ondea al viento. Pero ninguno de estos destinos es tan significativo para ella como Nueva York. “Sin duda, hay una Renata antes y una después de esta ciudad”, dice.
Mi cuerpo es mi templo, me parece algo muy sagrado
Al final del día, Renata tiene claro eso que quiere en realidad: actuar, estar frente a una cámara. “Estoy aquí porque me siento llena, me siento plena”. De eso, no queda duda.