Por fin, el feminismo puso a temblar el Festival de Venecia
“No separo al hombre de la obra”, dijo Lucrecia Martel, sin reparos, sobre Roman Polanski.
Con esto, la directora del jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia reconocía que el director francés tiene 39 títulos en su carrera, incluídos The Pianist (2002), Oliver Twist (2005) y Rosemary’s Baby (1968), pero que su prestigio no minimiza la acusación que en 1977 hizo Samantha Geimer, quien lo acusó de violarla cuando ella tenía 13 años y el 43.
El cineasta en inicio negó la acusación, luego se declaró culpable de corrupción de menores y cuando iba a ser encarcelado durante 50 años en Estados Unidos, huyó de ese país. Desde entonces, ha evitado viajar a la nación norteamericana y a cualquier país que pueda extraditarlo.
Pero su quehacer cinematográfico sigue y fue así como su filme La Verité, en las que paricipan Juliette Binoche y Catherin Deneuve. Fue en el marco de la proyección de la película como apertura de la competencia que Martel atendió a medios internacionales donde aseguró que no asistiría a la exhibición.
En la conferencia de prensa, un reportero lanzó: “Mi pregunta es para Lucrecia Martel, la presidenta del jurado. ¿Va a poder juzgar el filme de Roman Polanski en el concurso sin que sus comportamientos afecten la valoración?”.
A esto, la directora argentina de Zama (2017), La Mujer Rubia (2008) y La Ciénega (2001) respondió segura.
“Yo no separo al hombre de la obra. La presencia de Polanski (en el festival) me resultó muy incómoda. Hice una pequeña investigación en Internet y consultando a escritoras que han tratado estos temas. Y vi que la víctima dio este caso por cerrado, no negando los hechos sino considerando que el señor Polanski había cumplido con lo que la familia y ella habían pedido. No puedo ponerme por encima de las cuestiones judiciales. Pero sí puedo solidarizarme con la víctima. No voy a asistir a la proyección de gala del señor Polanski porque yo represento a muchas mujeres que en Argentina luchan por cuestiones como esta, y no querría levantarme para aplaudirle. Pero me parece acertado que su película esté en el festival, que haya diálogo y se debatan estos asuntos”, dijo la cineasta.
En otros cuestionamientos, Lucrecia apuntó los casos de violencia contra las mujeres en Argentina y recordó que ha habido más acusaciones de abuso sexual hacia Polanski, después de las hechas por Samantha Geimer.
“Acepté esta presidencia del jurado no por estar en Venecia con ustedes, ya que estaría mejor en mi casa, sino porque es un lugar político y este debate es muy importante en este festival. También por la obra de Polanski, que creo que merece una oportunidad, por las reflexiones sobre la humanidad que incluyen sus películas. Es muy difícil para mí interiorizar cuán lejos han ido los otros casos, vivo a diario en Argentina situaciones donde es muy complicado discernir hasta dónde ir contra gente que cometió algo así y fue juzgada, o cuya víctima se siente resarcida. ¿Qué vamos a hacer nosotros?”.
Según el diario El País, por la tarde italiana, la directora envió otra declaración a la prensa a través del festival.
“Veré el filme como todos los demás del concurso, no tengo ningún prejuicio hacia él. Si no, dimitiría como presidenta del jurado", decía la misiva.