Rutger Hauer, nuestro villano favorito, murió
Otro momento que se perderá como lágrimas en la lluvia.
El actor Rutger Hauer, reconocido por su papel de Roy Blatty en la cinta de culto Blade Runner, murió el 19 de julio de 2019 en su natal Holanda a los 75 años de edad.
La muerte del actor fue precedida por una breve enfermedad no especificada, tal y como señaló su agente Steve Kenis a través de un comunicado de prensa.
A lo largo de su carrera, Hauer participó en más de 100 películas. Sin embargo, fue gracias su interpretación del replicante Roy Blatty –el antagonista– en la película de ciencia ficción dirigida por Riddley Scott en 1982 la que le dio la fama y el reconocimiento internacional.
La cinta, basada en la novela Do Androids Dream of Electric Sheep de Philip K. Dick,, le dio notoriedad internacional gracias a su actuación e improvisación en el icónico monólogo conocido como “Lágrimas en la lluvia que pasó a la historia como uno de los mejores momentos del séptimo arte:
He visto cosas que ustedes no creerían. Naves de combate en llamas más allá del hombro de Orión. He visto los rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es tiempo de morir.
A lo largo de su carrera, Hauer participó como actor en más de 172 películas, aunque no todas de la misma calidad y nivel de producción de Blade Runner pues, como él mismo señaló en 1994, “no era demasiado bueno juzgando guiones”. Así, entre sus créditos figuran cintas como Batman Begins y Sin City, ambas de 2005, Valerian (2017), Turkish Delight (1973) o Blind Fury (1989), pero también películas como Gol II (2007), a lado de Kuno Becker, o The Scorpion King 4.
Lo que sí sabía hacer, y no temía, era explotar sus más oscuros pensamientos para interpretar los papeles de villano para los que solía ser elegido debido a sus fuertes rasgos y corpulentos 1.87 metros de altura.
Esto, sin embargo, no le causaba molestia y por el contrario, ser el antagonista era uno de los papeles que más disfrutaba. “Con el malo eres libre de hacer lo que quieras; no temo explorar mi lado oscuro”, dijo al diario holandés Het Parool en entrevista a mediados de los 90.
Su villanía en la pantalla grande era el contraste perfecto. Fuera de ella, el actor era conocido por su activismo en favor del medioambiente, así como por la creación de la Fundación Starfish , una organización sin fines de lucro a favor de la lucha contra el VIH.