Así fueron los Premios Platino desde sus rincones VIP
La mejor noche para el cine y la televisión iberoamericanos fue de soltar risas, ovacionar estrellas y soltar suspiros. Los Premios Platino, en su sexta edición, fueron eso que se vio en la señal de TNT, esos chistes de un increíble Santiago Segura, quien, como conductor, logró entender y combinar el humor y particularidades de tantos países, México, España, Colombia, Paraguay, y tantos, para hacerlos reír como uno solo. Trolleó, por ejemplo, a William Levy al decirle que no le preguntaría nada por no estar nominado.
Fueron aplaudir conforme caían los premios. Cinco para Roma , de Alfonso Cuarón: Película, Dirección, Fotografía, Sonido, Guión. A Diego Luna como Mejor Interpretación por Narcos México y la dirección de arte para Angélica Perea por Pájaros de Verano.
Y Lali Espósito, dando cátedra de talento, energía y belleza, hipnotizaba con su baile en “Sin Querer Queriendo”, “Caliente”, seguida de Sofía Reyes con su urbano y “1,2,3”.
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Los Platino fueron esto y más, como una ofrenda de respeto y admiración que sobre el escenario hizo Tenoch Huerta, de Narcos México, a Yalitza Aparicio , o cuando la actriz pidió a todo el Teatro Gran Tlachco de Xcaret que se tomara de las manos en señal de unión.
Pero tras bambalinas hubo mucho más, empezando por la noche anterior, cuando los nominados disfrutaron de una fiesta privada en Hard Rock Hotel Riviera Maya .
Rock y mar
Los nominados en las diferentes categorías de los Platino tuvieron un brindis dedicado al rock. A pie de mar, cayendo el anochecer de la víspera de los premios, una banda tocaba éxitos de Queen mientras lo actores de distintas nacionalidades se conocían.
La bienvenida la daba una chica con un vestido metálico, ofreciendo copas de champán. La alfombra roja era, literalmente, la cola del vestido de otra modelo.
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Merecido brindis luego de pasar el día en las playas de este hotel y entre sus rincones dedicados a Led Zeppelin , The Who y Aerosmith.
La gran gala
Antes del show, había que desfilar. La alfombra roja de Xcaret daba la bienvenida a presentadores y nominados y, para hacer menos larga la caminata, las estrellas disfrutaban de un coctel servido de gastronomía mexicana, mariscos y comida fusión. Vinos y mezcales auguraban un buena noche que, tras la gala arriba descrita, culminaría en una enorme fiesta.
Marina de Tavira y Nicolás Celis, representantes de Roma, estarían ahí. También Lorenzo Ferro y Chino Darín, quienes, como en su película El Ángel, andaban juntos, en busca de tragos y disfrutando de una noche que no acabaría antes de las cuatro de la mañana.
