Así fue el último concierto de Freddie Mercury
Grandioso, increíble, inolvidable. Estos son sólo algunos de los adjetivos de los fans que asistieron al último concierto de Queen el 9 de agosto de 1986. Al año siguiente, Freddie Mercury se enteró que había contraído VIH y jamás volvió a haber un show de la banda con él.
Ellos, los amos de los grandes conciertos masivos, tuvieron que dejarlos. Freddie estaba enfermando cada vez más pero incluso así grabaron The Miracle (1989), Inuendo (1991) y Made in Heaven (publicado en 1995).
Pero era 1986, nada nublaba el horizonte. Queen continuaba el largo periodo de triunfo y fama que había iniciado en los años 70. Era el año de A Kind of Magic, su decimoprimer disco con la respectiva gira, que sólo se realizó en Europa y que, por supuesto, volvía a ser un éxito con 21 conciertos en 11 países. A tal grado que sólo en Reino Unido reunieron a 400 mil personas en diferentes conciertos.
Uno de ellos fue el del 9 de agosto, en Knebworth Park, que se convirtió en la opción que suplió al estadio Wembley (escenario de otros momentos gloriosos ese año con dos conciertos) ante la demanda por verlos. El histórico estadio ya tenía otras fechas programadas y por eso se eligió Knebworth Park , a donde asistió la enorme cantidad de 125 mil personas. La propia banda dio este número el pasado agosto, cuando conmemoraron 32 años de ese último show.
On this day in 1986, Queen played Knebworth Park. It was the last show with Freddie Mercury. 125,000 people were in the crowd. Were you one of those lucky people? #FreddieMercury #Queen @MercuryMOTG pic.twitter.com/4TJuYTX9lz
— Queen (@QueenWillRock) August 9, 2018
Todo era masivo, todo era grandioso, todo era espectacular. Para empezar, las entradas se agotaron en horas, la banda usó su escenario más amplio y contaban con la pantalla más grande que existía en el país en ese momento.
Bleouis Some, Status Quo y Big Country fueron las bandas de apertura. Cerca de las ocho de la noche la reina arribaba como tal a Knebworth Park, en su propio helicóptero e inició con la primera canción de A Kind of Magic, “One Vision”. Dos horas de show, el clásico momento vocal, el “eo”, de Freddie Mercury. Entre otras cosas, el concierto se recordaría también porque John Deacon estrelló su bajo al final contra los amplificadores.
Freddie cerraba con la capa y la corona regias, como ya era una tradición, y como lo merecía después de disfrutar con John, Brian , Roger y la gente de un concierto grandioso, increíble, inolvidable, como dicen en Twitter los afortunados fans que vivieron ese último instante con Queen.