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James Dean y las malas decisiones que lo llevaron a la muerte

A 63 años de su inesperado fallecimiento, siguen llamando la atención las decisiones que lo llevaron hasta la muerte.
dom 30 septiembre 2018 11:50 AM
James Dean
Una serie de malas decisiones terminaron con su vida.

Aunque este galán de cine no es parte del Club de los 27, su muerte fue tan misteriosa e inesperada como la de aquellos que sí forman parte de él. Después de 63 años de su fallecimiento de la forma menos esperada, una serie de malas decisiones siguen rondando su memoria.

No es para menos, con tan solo 24 años de edad, James Dean se convirtió en un ícono del cine hollywoodense con las cintas East of Eden, Rebel Without a Cause y Giant, en la década de los 50 por su personalidad rebelde e inconforme, además de poseer un gran estilo y galanura.

Básicamente el joven Dean lo tenía todo, pero tal vez por cuestiones de la edad y su inexperiencia en la vida provocó que cayera sobre él una serie de consecuencias por tomar malas decisiones, mismas que culminaron en su muerte un 30 de septiembre de 1955. En ese momento, James se encontraba en los cuernos de la luna porque acababa de terminar la filmación de Giant, su tercera y última película.

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Ante ello, al joven actor le interesaba obtener rápidamente un Lotus MK X para volver cuanto antes posible a las carreras. Pero la llegada del Lotus se retrasó, y eso provocó que Dean aceptara un Porsche 550 Spyder mientras esperaba su auto soñado. Qué por cierto, fue uno de los primeros autos deportivos de la marca y que en ese entonces, ni Porsche ni el resto de las firmas automotrices de ese momento contaban con las medidas de seguridad que existen ahora.

Por alguna extraña razón, el fabricante únicamente hizo 90 unidades del Spyder y una de ellas le pertenecía a la estrella de Hollywood. Este auto pesaba alrededor de 600 kilos, algo que lo hacía bastante ligero dentro de la industria automotriz y aunado a ello, llegaba sin problemas a los 220 kilómetros por hora, lo que aumentaba su inestabilidad.

Sin prestar mucha atención a estos detalles, James pidió a su amigo George Barris –creador del Batimóvil - que interviniera su auto con asientos de tela escocesa, el número 130 en la carrocería y un par de rayas rojas en la parte trasera. Finalmente, el vehículo estaba listo para salir a correr así que, como cereza del pastel fue nombrado por el actor, Little Bastard, por la dificultad para conducirlo.

Las advertencias lo seguían

Un 21 de septiembre de 1955, Dean usó por primera vez a Little Bastard, pero un par de días después se encontró en un restaurante con el actor británico, Alec Guinness a quien de inmediato le mostró su nuevo automóvil. Entusiasmado por su nueva adquisición tal parecía que la respuesta de su colega no fue exactamente lo que él quería escuchar e incluso se convirtió en un comentario premonitorio.

Cuando el joven actor mostró el bólido, el británico le dijo que ese vehículo parecía siniestro y que no debería conducirlo porque podría terminar muerto en una semana. Y justamente fue lo que ocurrió. Unos días después ocurrió el fatídico accidente que únicamente le cobraría con la vida a él.

El día de su muerte, James tenía planeado viajar a Robles para participar en una carrera de autos. Con él viajaba su amigo Bill Hickman dueño de una Ford Ranchera donde iba remolcado el auto del actor, y por la importancia de la competencia, también iban Rolf Wuetherich, mecánico de Dean y el fotógrafo, Sandford Roth, que viajaban en otro vehículo.

Pero una vez más las decisiones arrebatadas de la estrella de Hollywood volvieron a cambiar el rumbo de las cosas, bajó de la Ranchera de su amigo y se subió a Little Bastard junto a su mecánico, con el argumento de acostumbrarse a conducirlo. Ya en el camino, se encontró con una nueva advertencia. Un policía de tránsito los detuvo por exceso de velocidad, tan solo dos horas antes del siniestro. Pero eso pareció no importarle a Dean.

Ya entrados en camino, no bajó la velocidad hasta el cruce de la Ruta 41 con la 466 donde chocó con un Ford Custom Turnupspeed, conducido a 89 km/h. Tras el impacto, Dean no pudo frenar terminó chocando contra un poste. Rumbo al hospital, el joven actor falleció mientras que su acompañante salió disparado del auto, pero solo sufrió algunas lesiones, ninguna de gravedad y mientras que el otro conductor solo tuvo heridas leves.

Después de la muerte del actor, surgieron muchos rumores acerca del automóvil al que algunos han llamado: El auto maldito. Más allá de la leyenda urbana del supuesto auto maldito, sin duda el actor tenía mucha prisa por vivir e irónicamente eso fue lo que terminó con su vida.

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