'It', el personaje más alucinante de Stephen King
En el imaginario de millones de personas en el mundo se encuentra It, Pennywise o Eso, el terrorífico personaje de Stephen King , que conocimos en 1990, cuando 'Eso', literalmente, quedó personificado en una persona real y no sólo en la novela de 1986.
La primera versión del personaje la realizó Tim Curry en 1990 y apenas el año pasado conocimos al nuevo Pennywise en el actor sueco Bill Skarsgård .
Veamos aquí qué es lo que nos fascina y aterra del personaje más emblemático y famoso de King:
Un aspecto fascinantemente aterrador
Tanto en la serie de 1990 como en la película de 2017, la apariencia de Pennywise es totalmente llamativa, no sólo por lo obvio (es un payaso) sino porque los colores intensos y hasta alegres que lo caracterizan colisionan con la mirada ominosa, la sonrisa perversa y una dentadura horrenda y amarilla conformada sólo por colmillos.
No hay manera de saber qué es
Sin duda no hay otra razón por la que se llame 'Eso'. Simplemente no es definible más que en su forma de payaso. En la novela se sabe que es un ente milenario vomitado por el universo que llegó a la Tierra en forma de meteorito y se quedó en una especie de hibernación de la que despierta cíclicamente para alimentarse… ¿Te parece raro? Lo es.
Entre arañas y fuegos fatuos
La araña es la forma que adopta con los humanos o más bien la que la mente de éstos es capaz de descifrar cuando se presenta ante ellos en su guarida bajo la tierra. La ' forma ' de fuegos fatuos es otra interrogante porque al final se sugiere que eso, los fuegos fatuos, son la forma real de este ente monstruoso.
Inocencia perdida
Globos, esa es las manera perfecta de It de atraer y atrapar a los niños, su manjar favorito. Claro, hablamos de niños de los años 50 y 80 del siglo pasado que podrían sentirse fascinados por un objeto así. El barquito de papel es otra pieza entre ominosa y tierna que llama la atención de los pequeños. ¿Se puede imaginar combinación más perversa entre maldad e inocencia?
La suma de todos los miedos
Stephen King sabe jugar con el miedo, y en este caso, es lo absolutamente desconocido porque durante toda la historia piensas que ves a una especie de payaso maldito, una persona, un asesino o hasta un fantasma y lo que menos esperas es que casi al concluir aparezca “algo” sin forma conocida (la araña), del que no sabes nada y menos cómo combatir o eliminar. ¿La prueba? A los niños protagonistas les lleva 27 años (su ciclo entre dormir y despertar) atar cabos e idear algo que lo destruya.