Jason Statham se disculpa por insultar de manera homofóbica
La vida profesional de Jason Statham está cerca de tener un giro no muy alentador debido a una serie de grabaciones que lo dejarían muy mal parado.
La historia es esta. Un hombre (del cual su identidad se mantiene en secreto) asegura tener una grabación de audio del actor insultando de manera homofóbica a otras personas en el set de una de sus películas.
Statham y su socio, Steve Casam, tuvieron una discusión en la filmación de la película Wild Card, en 2015. Durante ese intercambio de palabras, Jason dijo en varias ocasiones 'f*cking f*gs'.
El hombre que lo acusó fue consultor de, R.J Cipriani, director de la película, y afirmó tener una grabación de la queja, misma con la que en 2017 enfrentó al actor para hacerle saber que tenía dicha cinta en su poder.
Por su parte, Jason asegura que no recuerda haber dicho ninguna de esas cosas y emitió una declaración al respecto:
"Alguien se acercó para decirme que tenía una cinta mía en la que utilizaba términos ofensivos para la comunidad LGBT durante una conversación que tuve con mi compañero de producción, en un set de película hace cinco años. Nunca escuché la grabación y mis múltiples solicitudes para escucharla han sido rechazadas. No recuerdo haber hecho ninguno de estos comentarios ofensivos. Sin embargo, debo aclarar, los términos a los que se hace referencia son altamente ofensivos. Si dije estas palabras, estuvo mal y me disculpo profundamente. Cualquiera que me conozca sabe que no refleja lo que siento por la comunidad LGBT. Si bien no puedo arreglar lo que se dijo en el pasado, puedo aprender de él y hacerlo mejor en el futuro".
Luego de esto, fuentes cercanas revelaron que Jason se mantiene firme con su decisión de no haber hecho ningún tipo de insulto. Y que en cuánto al término que utilizó, lo hizo con su compañero en una conversación privada.
El equipo legal está de acuerdo con ese hecho, y afirma que es algo entre Steve y Staham. Incluso, haberla grabado podía ser considerada como un crimen , teniendo en cuenta que la película fue filmada en Nueva Orleans y estaría sujeta a la Ley de Vigilancia Electrónica, la cual prohíbe la grabación, uso o divulgación sin el consentimiento de al menos una de las personas de la conversación.