Stan Lee señalado por acoso sexual por una masajista
Stan Lee ha sido demandado recientemente por parte de una masajista, pues vivió una experiencia demasiado desagradable cuando estaba ofreciendo sus servicios al autor en Chicago .
Todo se llevó a cabo durante el año pasado, exactamente en una de las suites del Hyatt de la ciudad, sin embargo, la demanda fue presentada durante el lunes 23 de abril por parte de María Carballo, la masajista.
De acuerdo a la denuncia, todo se dio, cuando después los 30 minutos de haber comenzado, la terapeuta comenzó a ver una conducta bastante rara por parte de Lee, pues mientras ella le hacía masaje, el comenzó a tocarse.
Una vez que esto había comenzado y que María lo había notado, pidió decentemente al actor que regresara a su posición boca abajo, para así evitar que estuviera acariciándose. Sin embargo, las conductas extrañas continuaron cuando comenzó a masajear los cuádriceps. “Gemía y gemía”, aseguró María en la declaración. Pero una vez que notó que las sábanas estaban mojadas decidió dar fin a su servicio.
Sin embargo, esto no fue correcto para Lee , pues le pidió a la masajista que continuará ya que tenía una duración de dos horas que todavía no habían terminado. Ella no hizo casi y salió del cuarto.
Al día siguiente, María recibió unas disculpas por parte de su jefe, pues le dijo que la conducta que había tenido el creador de cómics no había sido correcta pero que no iba a volver a pasar y debían de darse una segunda oportunidad. Carballo accedió y fue así que Stan regresó al hotel para un nuevo masaje.
Cuando comenzó, Lee volvió a gemir, sin embargo, lo hacía cada vez con mayor intensidad. Stan decidió pararse completamente desnudo, y a pesar de eso, María cambió el juego y le dió un masaje en los pies, Stan, descontrolado agarro sus manos para llevarlas a su pene.
La víctima de inmediato las quito, tomó sus cosas y se fue. Mientras él seguía insistiendo que regresara ya que no había terminado.
No es la primera vez que es acusado por este tipo de situaciones , pues anteriormente varias enfermeras que asisten al autor de 95 años, han reportado estas conductas.