Mellow Gold, el álbum que convirtió a Beck en un ícono de la música

“Soy un perdedor. I’m a loser, baby, so why don’t you kill me?” fueron las líneas principales del tema que abre el disco debut de Beck, un artista capaz de atraer el hype a cualquier recinto donde se pare.

Sin embargo, aunque en su momento se esperaba un tracklist que mantuviera los latidos en constante aceleración, nos encontramos ante una serie de canciones que pintaron el diagrama de las emociones.

Con las complicadas batallas en un entorno depresivo, expresadas en “Pay No Mind”, “Soul Suckin Jerk” y “Truckdrivin Neighbor Downstairs”, hasta la incómoda sensación de resignación con “Steal My Body Home”, logró adueñarse del mainstream de la época.

Eso sí, sería injusto encasillarlo como un éxito temporal que obtuvo relevancia en la década previa a la cual la música cambiaría su rumbo por boom digital; así como los Beastie Boys sacudieron el rock y el rap con un par de discos, Beck hizo lo propio encontrando al pop con el alternativo, pero si volvemos a escuchar el disco otra vez, a 24 años de su lanzamiento, resulta sencillo hallar su impacto en los sonidos actuales.

Beck se presentará como headliner del Ceremonia 2018 , en el Centro Dinámico Pegaso, este 7 de abril.