Si un artista o álbum alcanza la denominación de ícono, se debe principalmente a la relevancia que tuvo en el ámbito musical, y el caso de
De inicio, el grupo sólo era considerado como el proyecto alterno de
, ex líder de Blur, que hasta hoy se mantiene dentro de la elite del rock, por haberse disputado la corona del britpop en la década de los 90 con .Sin embargo, en 2001, el lanzamiento del disco homónimo, Gorillaz, les otorgó algo más que la individualidad: capacidad para revolucionar la industria.
El MP3 se abría paso paulatinamente, mientras canciones y videos como “19-2000” se viralizaban rápidamente, aún sin la existencia de las redes sociales como las conocemos hoy en día; eso sí, sería injusto adjudicarle su éxito sólo a la temporalidad.
Albarn y compañía optaron por satisfacer su lado pop y lanzar temas con beats frescos y letras con mensajes de valor, alejándose de los obvios discursos casi vacíos tanto de las boybands, como de las niñas rubias de pompones en el pelo.
Afortunadamente, la visión de esta agrupación trascendió también a otros géneros y mantuvieron vivos los sonidos del punk, dance y
, que marcaron la antesala de grandes bandas alternativas como LCD Soundsystem, Alt J y The Good, the Bad and the Queen.En pocas palabras, Gorillaz puede ser nombrado como el embajador de la era musical actual.