La verdadera historia de “El Conjuro” es más terrorífica de lo que crees
La leyenda del tráiler enuncia: “basado en la historia real de los Warren”, pero ¿qué tan cierto es lo relatado en las películas? El Conjuro no sólo giró entorno a demonios que aquejaban a la gente, sino también al romance aparentemente perfecto, entre Ed y Lorraine.
Esta mítica relación ha sido desmentida, pues -según The Hollywood Reporter- en los 60, Ed Warren comenzó una relación con Judith Penney, una menor de 15 años. Ella se volvería su amante durante cuatro décadas; sin embargo, lo más sorpresivo es que Lorraine no sólo tenía conocimiento al respecto, sino que aceptó vivir en la misma casa.
De hecho, casi 50 años después, fue Penney quien declaró bajo juramento tal historia. Incluso, aseguró que Ed le dijo, en varias ocasiones, que “ella era el verdadero amor de su vida”.
El escándalo continuó cuando, en 1978, Penney resultó embarazada y, según la declaración anterior, Lorraine la habría incitado a abortar. “Ellos querían que dijera alguien había entrado al departamento y me había violado, pero no lo haría. Estaba muy espantada. No sabía qué hacer, pero acababa de tener un aborto. La noche que me recogieron del hospital después de hacerlo, se fueron y me dejaron sola”, dijo en una grabación obtenida por The Hollywood Reporter.
Por si fuera poco, Judith Penney también reveló abusos dentro del matrimonio “a veces Ed la golpeaba para callarla…algunas noches creí que se matarían”.
Aunque Ed falleció en 2006, Lorraine respondió -a través de su abogado- que “los Warren abrieron su hogar a la Srita. Penney cuando tenía 18, pues ella no tenía a dónde ir, tras una infancia desastrosa”, continuó “durante mucho tiempo, Ed y Lorraine se encontraban de viaje, trabajando en casos y dando conferencias -Penney vivía y vigilaba su casa”.
De acuerdo con la investigación de THR, previo a la filmación de El Conjuro, Lorraine accedió a ser consultora de New Line Cinema, pero habían ciertas restricciones: “El film no podía mostrarla a ella o a su marido participando en crímenes, incluyendo sexo con menores, pornografía infantil, prostitución o abuso sexual. Tampoco podían ser mostrados participando en relaciones sexuales extra maritales”.
Sin embargo, ante estas cláusulas, Jill Smith (abogada) dijo también a THR “ha hecho acuerdos que previenen representaciones de algún personaje con comportamientos inadecuados, que no son relevantes a la historia o que simplemente nunca sucedieron”.
El productor Tony DeRosa-Grund sugirió a Warner y New Line, vía email, que la película estaba lejos de parecerse a la historia original; desde aquel comentario no le fue permitido participar en secuelas y spin-offs del film. Ahora, este caso se convirtió en un problema legal, cuyo fin parece lejano.