7 canciones que se inmortalizaron en el cine

La escalofriante sensualidad de Buffalo Bill bailando al ritmo de Q Lazzarus. Se maquilla y atavía su lánguida y escuálida figura con piel de mujer, como la mariposa que deja el capullo y emprende el vuelo perpetuo.

El cineasta Danny Boyle tuvo el acierto de incluir a Underworld con su hipnótica "Born Slippy", un trance en el que Ewan McGregor se pierde en este universo atestado de psicotópicos y simbología de la Generación X.

Antes de morir, bajo la lluvia, el androide Ron Batty dice a Deckard: "Todos esos momentos se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Desgarrador instante en el que Vangelis imprime un réquiem por los sueños del futuro perdido.

Como un himno a las criaturas de la noche, la escena de apertura de la cinta de Tony Scott abre magistral con esta canción de cuna para dormir vampiros, idea musical de Bauhaus. Detrás de las rejas, Peter Murphy se zarandea e inmortaliza.

Entre zombies, visceras y salpicones de sangre, los sobrevivientes de esta cinta de humor negro reparten a diestra y siniestra palazos a estos muertos vivientes, mientras que Queen y su legendaria rola sonorizan este encuentro casi coreografiado.

Una cinta tan estúpida como Wayne's World al menos tuvo un momento para pasar a la historia: la banda de outsiders con gustos de heavy metal cantando como losers la sección intermedia del clásico de Queen.

Una de las escenas más cachondas en la historia del cine que derrocha melcocha, pero que se ha quedado en la memoria colectiva de chicos y grandes, inmortaliza esta bonita melodía de Righteous Brothers.