5 razones para no olvidar a Rius
Rius nos dejó sabiduría hecha caricatura. Se marchó a sus 83 años con la certeza de que hizo cientos de dibujos que hicieron reír a miles de personas, también que las hicieron pensar. Rius fue el ícono de una era de la caricatura, no le tenía miedo a la muerte, pues sabía que cuando hiciera todo lo que tuviera que hacer, la vida se acabaría. Para recordar su legado, te dejamos cinco razones por las que no debes olvidarte de él.
Vivió más 60 años usando el humor para hacernos ver la realidad
Decía que con la historieta y los libros-cómic se pueden decir cosas impunemente. Criticó no sólo al poder, sino que puso sobre la mesa temas que afectan directamente a la sociedad como la mala educación, la pobreza y los problemas alimenticios –que van en aumento–. Supo que de la mano de sus caricaturas podía hacer que la gente leyera, se informara, cuestionara, casi sin darse cuenta. En su legado también está la influencia que tuvo en todos los caricaturistas mexicanos. Monero Rapé ha dicho que “no conozco caricaturista que no haya decidido serlo sin la influencia de Rius”.
Era vegetariano y ateo
“No tiene razón de ser que se insista tanto en comer algo que hace tanto daño. Es una cosa esquizofrénica”, aseguraba sobre comer carne. “Dicen que la carne es necesaria, pero –como te decía– la gente que cree en Dios, cree en todo lo demás: la Independencia, la soberanía, el PRI, Santa Claus, los tres Reyes Magos”, según quedó asentado en una entrevista que dio en 2014.
Rius dejó plasmadas estas ideologías en sus caricaturas, criticando siempre el mal oculto detrás de las religiones, también de todo aquello que nos hacen dar por hecho, por ejemplo la alimentación.
Estaba seguro de que esta labor no era fácil, también de que quizá no conseguiría lo que buscaba pues “la verdadera Secretaría de Educación Pública es la televisión”.
Tiene más de 100 libros que te ayudarán a entender de forma sencilla cómo funciona el mundo
Entre ellos está Marx para principiantes, Filosofía para principiantes, ABChé, Cuba para principiantes, así como De aborto, sexo y otros pecados. Tiene un libro sobre la Virgen de Guadalupe y no, no es pro católico.
“Estamos condenados a vivir con el PRI”
A sus 80 años, el Museo del Estanquillo lo homenajeó con una exposición dedicada a sus más de 60 años como caricaturista. En ese contexto, durante una entrevista con emeequis, Rius sabiamente dice que no ve en un futuro cómo se pueda cambiar una sociedad, un gobierno o un sistema. “Los partidos serios, que no los veo por ningún lado, ¿cómo van a hacerse del poder ante las prácticas que inventa el PRI? No hay una tercera opción. Estamos condenados a vivir eternamente con el PRI.
Entre sus obras están Su majestad el PRI, Los presidentes dan pena y 500 años fregados pero cristianos, que sirven para contextualizar la realidad mexicana.
Venció a la censura... y a la muerte
Rius dice que una vez el escritor Renato Leduc le dijo sobre el periodismo que “en esta profesión o le pagan o le pegan”, él “de menso” escogió que le pegaran. Rius, todo un crítico del mundo que lo rodeaba y de sus propias ideologías, vivió constantemente la censura de muchos, del gobierno principalmente: le intervenían los teléfonos, lo perseguía la policía, le negaban la venta de papel a las revistas en las que trabajaba, presionaban a los impresores para cambiar de imprenta y un largo etcétera.
La peor, en sus propias palabras, fue cuando Luis Echeverría y el secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán (los dos del 68), hicieron una lista de cerca de 100 personas que estarían destinadas a desaparecer; su nombre estaba ahí. A Rius lo secuestró el ejército y frente a dos fosas abiertas, en el Nevado de Toluca, estuvo a punto de ser asesinado. Se salvó porque el general Lázaro Cárdenas llamó a Gustavo Díaz Ordaz para impedir su muerte.
Rius merece ser recordado porque vivió por defender su derecho a la libertad de expresión y el nuestro a ser informados, a criticar, y como él, quienes viven por este fin, nunca mueren.
