El otro final de Rocky contado por Sylvester Stallone
Redención... un hombre que es capaz de soportar todo el dolor y absorber todo el sufrimiento. Un luchador que es un 'don nadie' que quiere ganar un poco de respeto y dignidad. Un ser humano que sabe será derrotado, pero deja todo en el fracaso, porque así se pierde menos... redención.
"Rocky no es una pelea sobre box, sino sobre un triunfo personal. Sobre la superación... siempre he creído que todos, en el fondo de su corazón, saben que al menos merecen una oportunidad para ser derrotados en sus propios términos. Una oportunidad para pelear por su dignidad. Siempre he seguido de cerca la redención, y ésta película va sobre redención. Al final, es cómo pierdas lo que importa", comenta Sylvester Stallone al respetado periodista William Baer, encargado de entrevistar a grandes guionistas del cine para su libro Classic American Films.
Tras escribir el guión de Hell's Kitchen, Sylvester Stallone acudió sin expectativas, el 19 de marzo de 1975, a la pelea entre el campeón Muhammad Ali y el fracasado Chuck Wepner, pero la sorpresa de su vida llegó al ver como el 'bulto' de Wepner daba todo en el ring, llegando a tirar a Ali, demostrando que la dignidad pesa más que la trayectoria. Una pelea que provocó la obsesión por la redención personal de Stallone y lo llevó a escribir, en tres días y con su esposa en la máquina de escribir, un guión que vendió a los productores David Chartoff e Irving Winkler.
Un guión sobre un hombre que luchaba por su dignidad y por una oportunidad para fracasar al cual terminó por bautizar como Rocky y con el que fue nominado al Oscar por mejor Guión (siendo vencido por el guión de Paddy Chayfesky por la película Network). Un guión que es pura redención y que terminó con una película de 900 mil dólares, filmada en 20 días en Filadelfia y Los Ángeles (la gran pelea se grabó en Los Angeles Sports Arena), la cual hoy día es un clásico que posiblemente hubiera terminado de otra manera si se hubiera respetado el final escrito por Stallone.
"La idea era iniciar la secuencia final con su entrenador, Mickey (Burgess Meredith) dándole un discurso a Rocky. Él le decía: "mira, chico, el campeón no ha peleado últimamente y si tú entrenas bien, le puedes dar una buena pelea". Rocky sentía la presión y algo se movía en su interior, así que durante el combate él empezó a golpear a Apollo y a lastimarlo, provocando que Mickey quisiera sangre y le pidiera la victoria a su alumno, pero con gritos racistas de "mata a ese negro". La gente en la grada comenzaba también a pedir que acabara con su rival, que lo humillara por su color de piel. En ese momento, Rocky toma la decisión de no lastimar más al campeón y baja su ritmo de pelea, diciéndose a sí mismo: "Ya me probé a mí mismo, y no quiero ser parte de esto que pasa. Si derroto al campeón, seré parte de ello". Así que Rocky toma su camino e intencionadamente se deja vencer cortándose a sí mismo con una navaja que encontró en su esquina y ahí la pelea se detiene y Rocky pierde por decisión, pero él está muy contento. Obtuvo el respeto que buscaba, ganó mucho dinero y ahora, junto con Adrian, puede rehacer su vida. Ambos están juntos y compran la tienda de mascotas donde trabajaba Adrian y ahí envejecen juntos...ese era mi final", le comenta Stallone a Baer, dejando en claro que su saga hubiera terminando en una sola pieza donde el único ganador era un hombre que sólo buscaba su redención.