¿Por qué Nueva York es tan importante para Woody Allen?
Dicen que Nueva York es el centro del planeta, y tienen razón, pues la Gran Manzana y sus alrededores han sido el personaje principal de novelas, cuentos, trabajos fotográficos y películas. Pienso en Nueva York y en mi mente se coloca el cartel promocional de Manhattan (1979), de Woody Allen, que muestra a una pareja sentada en una banca. Al lado izquierdo se eleva la estructura de un puente colgante, que se parece al Queensboro Bridge. Hay algo hechizante en esta imagen: es Nueva York, soñada, pensada, poseída por el ojo de un cineasta.
Manhattan fue filmada en blanco y negro, en ella, la nostalgia y el romance impregnan la pantalla y la butaca (mejor dicho, el sillón para quienes la vemos en video en casa) y nos cobija con su eterna belleza. Manhattan es una historia de amor donde el Upper East Side, Park Avenue, Central Park y la emblemática avenida Broadway son protagonistas. Aquí, la ciudad adquiere una personalidad hiperactiva, sus edificios se mezclan con el tránsito y sus habitantes se pierden en los laberintos de sus calles. En las películas de Allen, Central Park o cada bloque de cemento del Upper East Side, se tornan los escenarios donde sus personajes añoran, se enamoran, se pierden y se suman al sueño de esa ciudad que nunca duerme.
Woody Allen es un cronista de la cultura urbana neoyorquina: Broadway Danny Rose (1984) retrata los teatros, los cabarets, los pequeños apartamentos de la parte alta de Manhattan; Días de radio (1987) es un viaje entre Brooklyn y el Radio City Music Hall de la sexta avenida; Misterioso asesinato en Manhattan (1993) retrata la vida diaria de una pareja de clase media, cuyo aburrimiento da un giro y los instala en el vértigo del suspenso, cuando la anciana esposa del vecino desaparece repentinamente; Balas sobre Broadway (1994) recrea la época del gran teatro a través de un joven dramaturgo cuya obra resulta un fracaso, y quien debe ser ayudado por un atrevido guardaespaldas de la mafia.
Así, Woody Allen, captura a través de su lente los hábitos neoyorquinos, sabiendo que en cada una de sus cintas, la ciudad de Nueva York es la instantánea del lugar más entrañable de su filmografía.