7 famosos revelaron sus trabajos vergonzosos antes de ser famosos

Para poder pagar la renta en Los Ángeles al inicio de su carrera, con sólo 23 años, Brad Pitt tuvo que ser la botarga de la franquicia El Pollo Loco. Su trabajo consistía en pararse afuera del restaurante para atraer comensales. Además, también fue chofer de prostitutas. “Mi trabajo era llevarlas a despedidas de solteros. Las llevaba y en la fiesta recogía el dinero, ponía las canciones de Prince y recogía sus prendas. No era un ambiente saludable y me deprimía”, reveló a Newsweek. Curiosamente, una bailarina fue quien le recomendó que tomara clases de actuación con el profesor Roy London, un personaje importante en la formación de Pitt. “Las strippers cambiaron mi vida”, dijo también a la publicación.

Jon Hamm tuvo un éxito tardío gracias a su papel del atormentado, mujeriego y talentoso publicista Don Draper en la serie Mad Men, pero en sus inicios su precaria situación económica lo obligó a emplearse como vestuaristas de cintas de soft-porn. Su trabajo era acomodar la ropa de los actores mientras estos pasaban de un set a otro.

Sí, antes de ser una estrella pop y un ícono de la moda, Victoria Beckham tuvo que disfrazarse de esperma y, además andar en patines al mismo tiempo, para un programa de educación sexual de la cadena BBC llamado Body Matters.

Quizá el papel más complicado que interpretó Johnny Depp fue el de vendedor telefónico de bolígrafos. El actor confesó que era complicadísimo convencer a las personas de que adquieran plumas con sus respectivos nombres escritos.

Aunque no puede considerarse un trabajo formal, antes de tener éxito en el modelaje y la actuación, Ashton Kutcher llegó a vender su sangre para poder hacer dinero extra porque su empleo en la fábrica de productos alimenticios General Mills no le resultaba suficiente.

En su juventud, el roquero Rod Stewart se encargó de abrir hoyos en los cementerios, algo que con el pasó del tiempo se tomó con humor: “Dicen que aprendes mucho sobre ti mismo haciendo trabajo físico y lo que yo aprendí es que no me gusta el trabajo físico”.

Aunque Jennifer Aniston dice haber disfrutado de andar en bici como parte de su rutina laboral, confesó haber sido pésima en este trabajo porque se perdía con facilidad y entrega los paquetes con mucho tiempo de retraso.