Metallica queda a deber en su primer show en México
Hablar de Metallica es bastante difícil. Es una banda que genera sentimientos encontrados. Sí, puedes ser un hater hasta vomitar del coraje, amarla sin importar sus constantes bandazos y coqueteos con el pop o escucharla por convivir para hacerte el “conocedor”. Pero algo es cierto: cada visita a México, desde el lejano 1993, crea una enorme expectativa y agota todo a su paso.
Después de que llegaran con “El Arsenal Completo” al Palacio de los Deportes en 2012, y dejaran claro que fingir accidentes no es lo suyo, regresaron a nuestro país con Hardwired... to Self-Destruct bajo el brazo.
El elegido para abrir sus tres shows en la CDMX fue Iggy Pop, quien era un plus para los fans de la vieja escuela pero en realidad, resultó un desconocido para la mayoría de los asistentes.
No importó que sonaran “The Passenger”, “I’m Sick of You”, “Loose”, “Real Wild Child (Wild One)”, “No Fun” o “Lust For Life”, incluso con el poder de Trainspotting, desgraciadamente fueron ignoradas. Iggy, tenemos una deuda contigo.
Con un Foro Sol a reventar, el momento más esperado llegó cerca de las 21:30 hrs. “The Ecstasy of Gold”, el clásico intro que siempre los acompaña, hizo que los celulares salieran de los bolsillos para intentar captar cada momento.
Varias canciones después, llegó “The Memory Remains” del tan criticado "ReLoad" y todo se vino abajo, algo que se esperaba sucediera también con “Welcome Home (Sanitarium)”… pero no pasó.
Muchos no sabían qué sucedía. Tenían historia frente a ellos, a una de las leyendas del thrash metal, y solo se preocupaban por salir bien en sus fotos, ver el show a través de sus gadgets o simplemente beber hasta el hartazgo. Un clásico concierto de cualquier banda en los últimos años.
El último ladrillo en la lápida en los corazones trves estaba puesto. Mientras "Hardwired", “Moth Into Flame”, incluso el solo de batería al estilo de Sepultura, eran coreados hasta el cansancio, “The Four Horsemen”, “Harvester of Sorrow” o “Fight Fire With Fire” sólo se disfrutaban en los mosh pits y por los fans de corazón quienes no dejaban el headbanging. ¡Aplausos para ellos!
En la recta final se vivieron los mejores momentos. “One” y “Master of Puppets” sonaron perfecto, aunque se extrañó algo de fuego; en “Seek & Destroy”, Lars -con una batería que parecía de juguete a la que solo le faltó el logo de Hello Kitty- y compañía se acercaron al público.“Nothing Else Matters” hizo cantar a quienes los conocieron por la radio y “Enter Sandman” tuvo una lluvia de pelotas gigantes y pirotecnia para concluir una noche que muchos esperaban con ansias.
Las fechas restantes tendrán modificaciones en su set, ya que la banda cambia, por lo menos, dos canciones cada noche. Así que prepárate y disfruta del show lejos del celular y más cerca del Kill 'Em All o Ride the Lightning.