3 momentos miserables en la historia de los Grammys
1. Cuando Springsteen y Prince fueron timados
En 1985, la batalla por el Disco del Año parecía tan reñida entre el Purple Rain de Prince y el Born in the USA de Bruce Springsteen que fue "mejor" idea darle el premio a Can’t Slow Down de Lionel Richie, por aquello de evitar rencillas y disputas. Si pensamos que ese disco de Lionel fue una verdadera joya comercial, con sencillos como “All Night Long (All Night)” y “Hello”, todo se torn aún más absurdo cuando descubrimos que fue un disco hecho en ¡¡¡1983!!!.
2. El rap ¿no existe?
Para la Academia de la industria musical, el rap ha sido un perfecto desconocido. Si pensamos que Run-DMC y Beastie Boys conquistaron al mundo desde sus trincheras en Nueva York en el naciente 1981, no fue hasta 1989 cuando se abrió la categoría Best Rap Performance, pero no fue hasta 1999 que un disco de hip-hop fue reconocido con Disco del Año: The Miseducation of Lauryn Hill.
3. ¿Quién dijo que Jethro Tull es metal?
En 1989, Jethro Tull ganó a Metallica el reconocimiento como Best Hard Rock/Metal Performance. ¿En verdad, un Ian Anderson postrado con un solo pie tocando su flauta trasversa les parece muy metalero a los de la Academia? Lo más “heavy” que puede tener JethroTull es el título de uno de sus discos Heavy Horses, de ahí en fuera es maestría folk con trasgos de progresivo. Así gano "Jump Start," del disco bastante mediocre –si consideramos la gran discografía de los británicos– llamado Crest Of A Knave, mientras que los perdedores tenían "Harvester Of Sorrow," del memorable disco ...And Justice For All.