Conoce los fantásticos coches de 'Mr. Bean'
En los 90, Rowan Atkinson fue contratado para realizar una serie de comerciales para una tarjeta de crédito. En uno de ellos tenía que enamorarse a primera vista de una chica. Tras varios intentos fallidos, el director le dijo que imaginara que acababa de ver a su esposa por primera vez. Curiosamente, ella estaba en el set y le aclaró que eso no iba a funcionar, que mejor le dijera que imaginara a su nuevo Aston Martin.
Pese a que es proveniente de una familia bien acomodada —estudió ingeniería eléctrica en The Queen’s College, en Oxford– fue su personaje como Mr. Bean lo que le dio la oportunidad de crear una impresionante colección (Aston Martin V8 Vantage Zagato, Aston Martin DB2, Audi R8, Lotus Carloton, Honda NSX, Lancia Delta Integrale, Mercedes-Benz 500E, Rolls Royce V16 Phantom, Renault 5 Turbo, MG XPower SV y Bentley Mulsanne).
Sin embargo, durante mucho años la joya de su colección fue un velocísimo McLaren F1, color púrpura. Este deportivo capaz de desarrollar 350 kilómetros por hora fue una edición limitada de sólo 64 unidades, y lo adquirió en 1997 por 640 mil libras. En él sufrió dos accidentes: en el primero, en 1999, destrozó la parte frontal; en el segundo, ocurrido en 2011, fue más aparatoso porque derrapó en la carretera y se estrelló contra un árbol, el impacto fue tal que el motor V12 quedó a 18 metros de distancia del auto. La suma que la seguradora le pago a Rowan, quien salió del accidente sólo con un hombro fracturado, figuró en los diarios ingleses porque fue una cifra récord en Inglaterra, pues el costo de la reparación fue de 910 mil libras.
Tras 18 años con el McLaren F1 púrpura, Rowan lo vendió —coincidiendo con su divorcio de Sunetra Sastry, su esposa por 24 años, la que le dijo que imaginara un Aston Martin en el comercial— y fue un negocio súper rentable, pues le pagaron 8 millones de libras esterlinas… pese a que había sido chocado dos veces.
Su gusto por la velocidad ya le pasó factura, literalmente, pues ha sido multado repetidas veces. En una ocasión, un policía lo infraccionó por manejar su Aston Martin a 225 kilómetros por hora; detalle que no evitó que al final le pidiera un autógrafo.
Rowan es un piloto con experiencia que ha competido en varias carreras de autos clásicos y, además, entre sus logros figura ser el segundo mejor tiempo de la historia del programa Top Gear, en donde completó una vuelta en 1:42:2 minutos.
Para un tipo que no encuentra el humor en la vida con facilidad, sus autos cobran una importancia emocional, pues seguro lo nutren, tras el volante o cuando acelera, de esa diversión que sólo experimenta esporádicamente.