Estos son los 10 mejores discos de 2016

En la cúspide de inspiración hiperrealista, Marillion crea uno de sus mejores discos basados en la avaricia, la rabia, el dolor, la humillación y demás vejaciones de quienes están en las esferas del poder en el mundo capitalista global.

Protagonista de vanguardia pura, a los 4 ½ grados de distancia de la banda Porcupine Tree, el creador británico Steven Wilson lanza un disco con sobrantes y alcanza la gloria con un disco de rock progresivo perfecto de principio a fin. Música delirante, poseída por vaya saber qué fantasmas, pero que sabe delicioso escuchar a todo volumen.

Una carta de despedida en la congoja del camino sin retorno, David Bowie deja su album póstumo escrito en el umbral de la muerte. Nadie como Bowie para ser tan acertivo y hacer de su muerte un carnaval de genialidad.

¡Wooow!... Expresiones convulsívamente exquistas, sugeridas desde la hiperactivamente de los genios Radiohead. Aquí no hay experimentación digital, pero sí hay mucha música visceral. Rock crudo pero delicioso.

En el vuelo nocturno al viaje sin retorno, otro viejo conocido nuestro da forma, sonido y aliento a su última obra. Leonard Cohen deja este mundo pero nos deja una herencia musical que brilla con este disco más negro que la noche.

Solange es más que Beyoncé: la música negra vive y se regocija en cada una de estas canciones que, injustamente, han sido comparadas con las de su hermana popular. Pero Sonage tiene temple donde el soul y el R&B explotan en tremenda fiesta.

En la autocomplacencia de ser legítimos y fieles a elos mismos, Green Day logra otro disco que suena a ellos y no se parece a nadie. El trío de Oakland sigue creciendo en su propio eje, desde el legendario American Idiot de 2004 mantienen la vitalidad y frescura de sus primeros trabajos en alguno de los cortes de “Revolution Radio”.

Más allá de la música, Beyoncé sabe que estos tiempos pertencen a la generación multitask, por eso este disco incluye un video para cada canción creando una especie de película musical. Todas las disciplinas posibles en una sóla dosis: danza, cine, música, estilo.

El mejor disco de Metallica desde su famosos Black Album, incluso mucho se ha dicho de las semejanzas con ese pasado. Es metal melódico, con demasiadas referencias al thrash metal que los vio nacer. Canciones como “Hardwired” poseen riffs que serán dignos de cualquier reunión headbanger.

La mejor reivindicación de Megadeth con sus fans. Un disco que desde el track “Dystopia”, nos recuerda a “Hangar 18”, del venerado Rust In Peace. Un disco extraordinario de principio a fin.