Para triunfar en el
brasileño se necesita más que buen control de balón.Natalia Pereira, nacida en Florianápolis, capital del estado de Santa Catarina, al sur del país, se convirtió en
en pertenecer a un club varonil, cuando fue aceptada por el equipo , en la categoría Sub 10, y con ello, desde ahora hace historia.Fanática de las seis veces nombrada mejor jugadora del mundo y también brasileña Marta Vieira, Natalia espera realizar gambetas frente a los niños. “Estaba muy feliz porque soy la primera en la historia”, dijo la pequeña. “Los niños me aceptaron muy bien, como si fuera un niño más, fue muy padre”.
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Pero no todo ha sido fácil en su camino, pues recuerda que recibe muchos gritos sexistas: “Dicen ‘Para a la niña, no puede perder ante una niña canija’… pero yo no pongo atención, porque cuando entro a jugar no oigo nada y yo, solo juego”, comentó mostrando una gran madurez y fortaleza.
Natalia entrena cinco días a la semana durante dos horas por sesión, para alcanzar su sueño de convertirse en jugadora profesional. Por lo pronto participará, junto a sus compañeros varones, en dos torneos internacionales, el Paris World Games (
) y el Gothia Cup (en Suecia).