Gary Linden, el estadounidense que se enamoró de las olas de los mares mexicanos
El mar se contrae. En medio de esa masa azul, hay un hombre que bracea sin desesperación para mantenerse cerca de ese lugar en el que el agua salada se aglutina. De pronto se pierde, nadie alcanza a ver su cuerpo que iba vestido con un traje negro, tampoco su tabla de surf; en cambio, el agua comienza a levantarse, espumosa y salvaje, hasta hacer un triángulo perfecto acompañado de un copete blanco que se esfuerza por avanzar hacia adelante.
“Sólo hay una persona a quien le podría apostar, adivinen quién es”, invita el narrador cuya voz retumba en las bocinas que se colocaron en la playa Boca de Pascuales, Colima. Al instante aparece Gary Linden, el único hombre de 65 años que ha domado una ola de más de 15 metros desafiando, además, el mito de que el surf es sólo para jóvenes.
Las experiencias las narra años después de las hazañas –mientras observa a las nuevas promesas mexicanas y extranjeras enfrentarse en la Playa Revolcadero, Acapulco, durante el Surf Open League 2017–, para ejemplificar que Colima es sólo uno de los destinos que ha colocado a México dentro del top tres de países con las mejores olas para practicar surf en el mundo.
Linden lo supo desde aquella vez que su padre lo llevó a surfear por primera vez a la playa de San Miguel en Ensenada, Baja California. Tenía 14 años y llevaba la mitad de esa edad viviendo cerca del mar para mejorar su salud, pues padecía asma. Él, estadounidense de origen, siempre estuvo en contacto con la cultura latina porque vivía a tan sólo 10 millas de la frontera que separa a Calexico de Mexicali, pero conoció el mundo después de la frontera hasta ese viaje.
El surf, dice este hombre que fue de los iniciadores de dicha cultura en el mundo, era un lifestyle mas no un deporte, era una contracultura. Sonaban los Beach Boys que incitaban a todos a viajar a cualquier océano y montarse en una tabla de surf con su “Surfin’ U.S.A”. Eran pocos, sí, pero eso permitió consolidar una fuerte comunidad alrededor de esta actividad que puso de moda los shorts, las sandalias y la actitud relajada en las playas del mundo. Una actividad revolucionaria que se fortaleció en la década de los 60 cuando la sociedad civil se postuló en contra de la Guerra de Vietnam que había cobrado ya miles de vidas.
Gary nunca olvidó a México ni sus playas, por el contrario contribuyó a que se fuera colocando como uno de los destinos predilectos de los surfistas porque “olas como las de aquí pocos tienen para presumir”. Mazatlán en Sinaloa, Ensenada en Baja California, Puerto Escondido en Oaxaca, Boca de Pascuales en Colima y otras zonas de Baja California Sur y Guerrero dan cuenta del valor que tiene este país para el deporte que será de exhibición en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2022.
México, con el triunfo de Jhony Corzo –actual campeón del mundo– y originario de Oaxaca, tiene las miradas encima y está jalando apoyo para que este deporte sea fructífero y permita explotar esas zonas que son semillero de talento, también lograr que de las grandes ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara la gente esté dispuesta a pasar los veranos en esas playas en las que las olas permiten practicar surf.
Hoy en día, Gary Linden es el actual Director de Competencia del Surf Open League en México, vive en Ensenada, Baja California, muy cerca de la playa que cuando adolescente lo enamoró del mar, la misma que lo forjó como surfista y que lo hizo vivir como tal, bajo el lema de que si amas el surf, no hay otra cosa que pensar más que en las olas.