Lorena Ochoa ya es parte del Salón de la Fama del Golf
Si vemos algo con frecuencia, deja de parecernos extraño. Algo así pasó con Lorena Ochoa en México. En estos días donde lo mexicano cobra más importancia que nunca, hay que dimensionar el éxito de la tapatía y lo sucedido hoy en Nueva York, donde fue seleccionada para ingresar al Salón de la Fama del Golf. Y es que se trata de la primera mexicana y latinoamericana en obtener tal distinción, por lo que vale la pena repasar su carrera para darnos cuenta que estamos frente a una grande del deporte mundial.
Pero primero, hay que hacer notar que la carrera de Lorena es tan grande como su personalidad discreta. Ella nunca hizo el ruido que requerían sus éxitos y, peor aún, nos acostumbró a ellos. Sabíamos que era una grande, pero no que se estaba convirtiendo en una leyenda. Si ponemos en perspectiva lo que hizo en sus ocho años como profesional, hoy más que nunca, Ochoa hará sentir orgulloso a cada mexicano que siente el país en la sangre.
Comenzó a jugar a los 12 años y se ganó una beca en la Universidad de Arizona, con quien ganó dos campeonatos de la NCAA. En su primer año completo como profesional, en 2003, fue nombrada novata del año de la LPGA al terminar entre las 10 primeras en ocho ocasiones. Al año siguiente, ganó sus primeros torneos, el Franklin American Mortgage Championship y el Wachovia LPGA Classic. Se convirtió así en la primera mexicana en ganar un torneo de la LPGA, la liga profesional de golf de mujeres. Ese mismo año terminó entre las tres mejores en los cuatro majors en los que formó parte.
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En 2005, su talento siguió dando de qué hablar. Ese año, se convirtió en Rolex testimonee, una distinción que sólo atletas como Roger Federer han conseguido. Conocida en el mundo por su precisión, desempeño, confiabilidad y calidad, la marca suiza de relojes decide integrar bajo el paraguas de su marca a muy poca gente, entre ellos, Lorena Ochoa, como parte de golfistas de élite. De hecho, el primer golfista en unirse a Rolex fue el legendario Arnold Palmer, hace 50 años, que fue seguido por nombres como Jack Nicklaus y Gary Player.
En 2006, su score de la primera ronda fue de 62 en el Kraft Nabisco Championship, con lo que empató el récord para el más bajo de la historia del golf, incluyendo hombres y mujeres, en un torneo de prestigio. Nada parecía detener a la mexicana, quien se adueñó de la cima de la lista de las golfistas con mayores ingresos y fue reconocida, no sólo como la Golfista del Año de la LPGA sino como la Atleta Femenina del Año por Associated Press.
Su año más exitoso fue 2007, cuando ganó ocho torneos y se posicionó como la número uno del mundo por encima de la legendaria Annika Sörenstam. Se mantuvo en la cima del golf femenino durante 158 semanas consecutivas, el periodo ininterrumpido más largo de la historia y un récord que está vigente al día de hoy.
El balance final de su carrera nos muestra que ganó 30 torneos de la LPGA y Symetra Tours, incluyendo dos majors, el British Open y el Ana Inspiration. También obtuvo numerosos premios durante su carrera, incluyendo y la jugadora Rolex del año de la LPGA en tres ocasiones distintas.
Se retiró prematuramente a los 28 años, en la cima de su carrera. Sin embargo, con apenas unos años de carrera logró posicionarse como una de las golfistas más importantes de la historia y, sin lugar a dudas, como la latinoamericana más exitosa de todos los tiempos en el mundo del golf.
Por ello hay que celebrar su ingreso en el Salón de la Fama del Golf en el marco de la Presidents Cup, una serie de partidos entre un equipo formado por jugadores de Estados Unidos y otro integrado por golfistas de todo el mundo.
¡Bravo, Lorena!