¿Sabías qué el Rugby era un acto de rebeldía antes de ser deporte?
¿Puede un hombre que desestima las reglas del juego hacer historia? La respuesta rápida a esta pregunta podría no ser la correcta. Para entenderlo, tenemos que ir al Reino Unido de las primeras décadas del siglo XIX y descubrir con sorpresa que un acto de indiferencia ante la norma, es el comienzo de un deporte reconocido y practicado hoy en todos los continentes. De forma más específica, habría que situarnos en 1823. El mismo año en que Beethoven hace pública su sinfonía número 9 en re menor, en Inglaterra nace una nueva disciplina, la cual adoptará el nombre de su ciudad natal: Rugby.
En aquellos años, el futbol no era tal y como lo conocemos hoy. No existía una federación que determinara las reglas estandarizadas para establecer un fuera de lugar, un tiro de esquina o una infracción. Las reglas se ajustaban al grupo de personas que lo practicaban. Pero algo era claro, la pelota tendría que ser impulsada con los pies de los jugadores hasta cruzar la portería del equipo contrario.
Esta regla era un sí o sí hasta que para William Webb Ellis, un joven estudiante de la Rugby School, tomó el balón entre sus manos y corrió hacía lo portería del equipo rival quienes, de forma instintiva, intentaron derribarlo. Este grupo de personas, asistió a la primera situación de juego de un nuevo deporte.
¿Podemos pensar en el momento en que William se paró frente al balón, lo observó y pensó “no voy a patearlo, mejor lo cogeré y correré”? La respuesta es no. Se cree que simplemente fue un arrebato motivado por la euforia del juego. Prueba de ello es que jamás volvió a practicar el deporte que, según la leyenda, inventó un día de 1823 a los 17 años. En lugar de ello, dedicó su vida a la vocación religiosa.
El nuevo juego fue adquiriendo sus propias reglas, versiones menos ortodoxas que las del balompié y que se basan más en el contacto físico y la estrategia. Las normas evolucionaron y el rugby se popularizó entre los jóvenes. Con los importantes cambios mundiales del nuevo siglo, llegó al continente americano, donde una mezcla de futbol y rugby, dieron origen al futbol americano.
Hoy, se practica en distintas categorías dependiendo el número de integrantes del equipo, los cuales pueden estar conformados por 15, 13 o siete jugadores, ya sean hombres o mujeres. Existen equipos en todo el mundo, principalmente en las islas británicas, así como en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Francia y Argentina.
En nuestro país, existe la Federación Mexicana de Rugby desde el año 2003, pero se tienen informes de que en los años 30 se jugaron los primeros partidos entre trabajadores de las compañías inglesas instaladas en el país.
